Digamos que ando un poco perraco, así que voy a unir varias entradas en una sola y voy a darme un voltio por la ebooteca actual.
Este es un mes de novedades en el mundo del libro electrónico. No, ni Libranda ha cerrado ni ha bajado sus precios a algo decente. No se trata de eso. Como dijo MEL en una de sus viñetas, en diciembre, y crisis mediante, se nos permite volver a vivir por encima de nuestras posibilidades. Pero sólo este mes.
Para ello se nos tienen que presentar novedades que hagan que busquemos dentro del forro de los pantalones (y bolsos) para encontrar algo de pasta con la que continuar consumiendo, que unas navidades sin pavo y sin gastar a porrillo ya no lo son. Qué pronto que se olvida el nacimiento de todo esto, con una supuesta virgen dando arrullos a un niño en un pesebre, más pobre que el más pobre de la actualidad. Pero claro, eso no vende. En fin.
Novedades en el sector hay varias.
Por un lado tenemos a Amazon, que entra como elefante en cacharrería con su Kindle a 99 euros y su casi millón de libros electrónicos, la mayoría en la lengua de Shakespeare. Pero entra todo lo bien que podría hacer. Estos sí que saben lo suyo.
Aunque no han tenido otra que bajarse los pantalones ante los entes de este país, sí que han conseguido algunos éxitos. El precio de los libros-e en inglés es, tarín marín, al de la web americana. Hay algunos un poco más caros y otros un poco más baratos, pero la media es la traducción al cambio.
Sí, como lees: al cambio. Nada de asumir que un dólar vale un euro, y tampoco nada de añadir el IVA sobre la conversión. En esto me quito el sombrero.
No me lo quito en el tema de algunos libros-e, que mantienen el precio-ladrón de otros sitios, con apenas dos o tres euros bajo el precio de la versión en papel. Digan lo que digan continua siendo un robo a mano armada, y no harán que me calle así que aprueben diez mi Leyes Sinde.
(Ya que estamos en esto, la Ley Sinde podría servir para cerrar este sitio de opinión y no solo el de las descargas ilegales. Ese es el peligro de tamaña aberración perpetrada por la bajada de pantalones que el gobierno español ha realizado ante el americano.)
Pero bueno, es lo que hay y no creo que hayan podido hacer más. Eso sí, veremos si en un futuro la cosa mejora, que creo que lo hará.
Otra genuflexión ante Amazon: el precio de su Kindle: 99 euros más tres de gastos de envío. Aquí no hay paridad al cambio, pero si al precio americano añadimos los aranceles de importación y el IVA, veremos que todavía es más barato que el USA.
Y una tercera: su plataforma de auto publicación. No voy a decir aquí nada más que como algunos agentes literarios y editoriales no se espabilen, también les van a comer la merienda. Avisados están. Que no vengan luego llorando y dando lástima.
No como Sony, que ha bajado dos veces de forma consecutiva su T1 en USA mientras que en Europa lo ha subido, de 160 a 200 euros. Ahora veremos qué va a pasar, al menos en España, cuando la gente empiece a comparar precio y prestaciones del Kindle 4 y del T1.
No os preocupéis que yo os ayudo. Si no lo sabéis, llevo un par de semanas manejando un T1 al lado de un Kindle Keyboard, que digamos es un tercio menos potente que el T1. Mi chica tiene un K4 que anda igualado en cuanto al hardware si hacemos abstracción de la pantalla táctil.
El T1 es rápido. El K4 también. EL T1 tiene un gestor de biblioteca bastante chulo, mostrando portadas y pudiendo ver la organización de nuestra biblioteca de varias formas. El Kindle no, el Kindle adolece de una shell un tanto mierdosa comparada con la otra.
Pero creedme una cosa: es mucho más funcional y rápida que la de Sony. Permite organizar los libros de tal forma que la búsqueda de los que llevas en danza es inmediata, mientras que en T1 tienes que andar tocando aquí y allá. Si quieres algo similar en este último tienes que hackear la base de datos de libros. No es necesario un jailbreak, pero sí sacar un fichero y aplicarle unas cuantas modificaciones.
El paso de pagina es similar en ambos modelos, y el tratamiento del texto más o menos igual, aunque en el T1 tienes más fuentes donde elegir y en el Kindle más opciones de formateo.
Otra cosa que no me gusta del T1 es su carcasa, que resulta muy sucia y rápidamente se llena de dedadas y otras guarrerías. En lo que sí destaca es en el manejo de PDF, no mucho pero al llevar el modo reflow es suficiente para que lo elijas si lees muchos PDF. La disposición de los botones no es my ergonómica que digamos, lo que hace difícil su manejo con una sola mano, mientras que cualquier versión de Kindle se puede controlar así sin problema alguno.
Y para terminar, tengo que deciros que el manejo del T1 con los dedos no resulta tan sucio como en un principio pudiera haber pensado, y a menos que comas mermelada y seas un guarro, podrás dejar la bayeta de limpieza en casa, cosa que no ocurre con, por ejemplo, el iPad.
Otra de las novedades este mes son los lectores que tanto la FNAC como Casa del Libro han sacado. Si uno fuera amigo de las teorías conspiroparanoicas, podría objetar que quien eligió los aparatos fue la misma persona, porque ambos dos son idénticos salvo un pequeñísimo lavado de cara.
Y descrito uno, descritos los dos.
¿Sabéis cuál es su mayor pega? Que son lentos, pero que muy lentos. En todo. En el paso de página, en abrir un libro, en mostrar las opciones, en reformatear. Parece un hardware de primera generación (sí, aquellos iLiad ya perdidos en la obsolescencia programada) con una pantalla moderna.
No me cansaré de repetirlo: ese blanco/negro/blanco antes de que aparezca la página siguiente simplemente apesta, sobre todo cuando es tan rápido en otros aparatos similares.
Si no fuera que para comprar en las tiendas online de ambas librerías y luego poder leerlo en un Kindle hacen falta unos pocos conocimientos de informática, os recomendaría encarecidamente este último.
Amazon: tienes tu oportunidad de añadirle al Kindle ePub con soporte para DRM.