Mmmmm… Vaya ganas de amenazar y no cumplir… ¿Os digo lo que realmente creo que es el centro de todo esto? Empujar a los politicastros y gobernantuchos de cupo que nos dirigen para que se impongan SOPA y E-PARASITES, para que los que siguen controlando el cotarro mediante el ordeno y mando del régimen anterior continúen con su desenfrenado abuso de poder sin nadie que les tosa.
Sumemos todos los grupos de presión y notaremos que quieren ponerle puertas al campo. Ojalá no lo consigan.
De momento, las quejas emitidas por las editoriales son eso: berrinches de niños consentidos que no consiguen hacer su voluntad. Que se jodan.
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En la entrad anterior, alguien se quejaba de que no hay editoriales legales que editen ebooks de pésima calidad. Aquí van unos cuantos enlaces:
- http://www.lectoreselectronicos.com/showthread.php?10601-M%E1s-sobre-erratas
- http://www.lectoreselectronicos.com/showthread.php?8699-Erratas-sistem%E1ticas-(confirmado)
- http://www.lectoreselectronicos.com/showthread.php?1012-%BFPor-qu%E9-tantas-erratas-en-los-Papyre
- http://www.ecrans.fr/Goncourt-2011-l-art-francais-du,13540.html
- http://www.publico.es/culturas/328060/los-libros-electronicos-de-libranda-no-se-pueden-leer
- http://www.lectoreselectronicos.com/showthread.php?9603-Problema-con-letras-capitulares-en-un-epub-comprado
- http://www.sony.es/discussions/message/670165
Me juego un gallifante a que hay un montón más.
Tienes razón... pero no.
ResponderEliminarLlevo comprados 48 e-books a editoriales españolas, y tan sólo uno de ellos se había editado con los pies. En general la calidad de los libros que he comprado es buena, algunos incluso de calidad muy buena (no necesariamente los más caros).
Lo que es grave es que no hay forma de hacer reclamación cuando te encuentras uno de esos casos. La librería se desentiende porque no controla la plataforma de venta, solo la dejan hacer de intermediaria, e intentar contactar con la editorial es como intentar encontrar una persona competente en un SAT de cualquier empresa telefónica. Eso sí que es motivo de indignación.