jueves, 17 de abril de 2014

Mucho miedo y pocas nueces. De Mobileread hablamos

Me toca mucho los cojones lo que me han hecho hace poco en Mobileread
El otro día me enteré de que la aplicación de Calibre puede importar libros de forma automática si se dejan en una carpeta. Es decir, tu dejas ahí tus libros, y cuando abres la aplicación esta mira, y si hay alguno, lo importa.
Bueno, pues basado en eso yo pedí que, aparte de importarlo, lo pudiera luego enviar por correo electrónico de forma automática. Es más, pedí que dependiendo de la carpeta se incorporara en una u otra biblioteca…
¡¡¡Y van y me lo cierran por fomentar la piratería!!!
La idea de todo esto no es el pirateo. En mi familia yo soy el bibliotecario mayor. Si mi madre quiere un libro, me lo pide. Mi novia me los deja en una carpeta compartida en Dropbox, y cuando yo los veo los paso a su biblioteca de Calibre y se los envío.
¿Se puede usar para piratear? Pues claro que sí. Pero no quiere decir que se vaya a piratear.

De hecho las armas pueden matar, y no por eso se dejan no solo de fabricar, sino de vender. Y para más inri, España es uno de los grandes productores, y no digamos los Estados Unidos, que a veces inician guerras simplemente para probarlas en condiciones reales… 
Pero claro, las armas matan, pero como las fabrican los mismos que controlan el cotarro, y les da bastante dinero, siguen con ello. Sin embargo, como esto mismo puede hacerles 
Y me toca mucho, pero no sabéis hasta qué punto, los cojones una acción así.
Me cago y me meo yo en esa libertad. La libertad del doble rasero, la libertad del haz lo que digo pero no lo que hago, la libertad de los intereses creados, la libertad de los poderosos y los intereses creados.
Lo dicho, me cago y me meo en ella.

Y no entremos en las editoriales que venden la misma versión que se puede encontrar pirateada por ahí. Sí, lo que lees: alguien piratea algo, y luego llega la editorial y pone a la venta eso mismo, sin siquiera cambiarle una coma.
O en las que te venden por diez euros algo que no vale ni tres. Pero todo esto ya se ha discutido largo y tendido, así que paro aquí.

No tengo nada personal contra los editores de Mobileread, ni mucho menos. Son gente sensata… y temerosa de los poderes fácticos. No querrán ir a Guantánamo acusados de terroristas culturales… en esta mierda de pseudodemocracia en la que está viviendo últimamente el mundo.
Hace falta una revolución social, algo así como la francesa, pero sin guillotina. Con cárceles oscuras, paseos de una hora diaria y biblioteca con cien libros que sean las últimas novedades de altísima calidad que los mismos que han sacado ahora se pudren en ellas.
Ya está bien de tanta mojigatería, tanto fascismo encubierto en democracia, tanto abuso de poder y tergiversación social, mierda de país y de mundo, y de todos sus gobernantes y poderes fácticos.
Que os den por el culo a contrapelo con una caña rajada.

Dixit.