Esta entrada, más que una en sí, va a ser una respuesta razonada a Gozque, que respondió en mi anterior entrada. Lo primero es disculparme solo un poco por el tono empleado en la entrada anterior y que seguro voy a emplear aquí sin darme cuenta. Eso es consecuencia de mi pasión por el tema y de que veo cómo incluso los propios editores se están engañando a sí mismos, quiero creer que de forma inconsciente.
Gozque, simplemente no te enteras de los temas técnicos. O eso es lo que quiero creer, porque la otra opción, la de que lo hagas a sabiendas, me gusta menos. De todos modos aquí paz y allí gloria, e igual que con el tema de la música, al final veréis la luz, echaréis la vista atrás y os daréis cuenta de todos los errores cometidos y dinero perdido y derrochado por ello.
De verdad no entiendo cómo se pueden mantener ese tipo de opiniones. Quizás sean vuestros asesores técnicos que no valen/saben un ardite, quizás sea un deseo subconsciente de intentar no convertirse en un negocio zombi, pero igual que les pasó a los toneleros os va a pasar a vosotros, que el que supo cambiar su negocio sobrevivió, y el que no fue al paro. De todos modos me reitero en lo dicho: al final, al final de verdad, me da igual lo que hagáis, quien manda es el cliente, y si esperáis vender libros-e con DRM y a precios similares a los de papel os vais a comer un marrón porque poco vais a vender.
Respecto a que el ePub soporta mejor los procesos editoriales, lo comentaba porque es un formato que se puede generar a través de InDesign (el programa más usado de maquetación) y que este a su vez se integra perfectamente en un CMS. La verdad es que los desarrollos de los CMS editoriales están (al menos los que yo he tendio oportunidad de conocer) orientados al ePub, así que descnozco como funcionaría con el Mobi. En todo caso no entiendo muy bien el último párrafo de ese apartado y me sabe un poco mal que te refieras al XML con schemas como algo "cacareado". Aunque insisto, se me escapó el sentido de este párrafo.
Pues intentaré explicarme con más detalle. EPUB es un conjunto de imágenes y ficheros XML embebidos en un fichero comprimido con el formato ZIP a cuyo resultado se le aplica una capa de encriptación. Supongo que aprovechando la compresión Lempel-Ziv se le meta algún algoritmo de desordenación.
Esos ficheros XML, que son lo que tienen el texto y dónde van las imágenes, de por sí, no tienen ningún significado. Es decir, si miras un XML de esos verás que dentro está el texto enmarcado por unas cadenas extrañas.
Esas cadenas vienen definidas en un schema. Si te fijas arriba del todo de cada fichero vienen una direcciones web raras: eso es el schema, y es lo que define y le da sentido a los tags, y hace que por ejemplo el InDesign entienda el formato EPUB.
Pues bien, Mobipocket funciona exactamente igual, pero con más posibilidades: tiene un schema que define los ficheros xml que están dentro de un PRC, junto a unas imágines y todo ello comprimido con un algoritmo similar al Lempel-Ziv si no el mismo. Y para añadir DRM se aplica un scramble sobre ese algoritmo de compresión, con la ventaja de que el algoritmo soporta diferentes tipos de compresión, no solo el ZIP.
Y supongo que obteniendo el schema del PRC para InDesign, éste programa llegaría a funcionar exactamente igual para los PRC que para los EPUB.
El epub no tiene herramientas oficiales porque es código abierto. No hay un fabricante detrás, el código y los desarrollos hechos por la comunidad se pueden encontrar en el siguiente enlace http://code.google.com/p/epub-tools/. Supongo que a eso se refería con, otra vez "cacareada", libertad. Como visores de te recomiendo el de O'Reilly http://bookworm.oreilly.com/ y el Ibis http://ibisreader.com/ En todo caso no tengo ni idea a que te refieres con el páginado, eso no me sucede ni con mi Sony ni en mi móvil ni en ninguno de los dos visores que te señal (por no pasar ni me pasa con el Calibre).
Aquí estamos confundiendo el tocino con la velocidad. EPUB (y Mobipocket) no es código abierto, porque código abierto es aquel que está disponible para ser modificado por la comunidad y tiene una licencia libre. La confusión está en que en ambos casos el formato no es libre ni estándar. No es libre porque no tiene una licencia CC ni GPL ni ninguna variación, y no es estándar porque no está bajo ningún comité de estandarización, como ISO. Ambos formatos son propiedad de sus propietarios, y como tal pueden hacer con él lo que quieran, como modificarlo sin avisar a nadie (que por cierto es lo que ha hecho Amazon con Mobipocket al crear los formatos AZW y Topaz).
Y lo mismo podría hacer Adobe, porque el EPUB es de IDPF seguro que con apoyo directo de Adobe y de nadie más, y si pensáis que porque se hayan comprometido a que sea “libre” no os van a terminar haciendo alguna trapacería es que sois más ingenuos de lo que pensaba.
Para matizar un poco más, tenemos que separar el software que opera con el formato del propio formato en sí. Entonces sí que podemos hablar de código libre, de código libre que usa ese formato propietario. Y no debemos entrar en el error de que el formato sea libre, que no lo es. Es de acceso público porque cada cual se puede bajar las especificaciones pero no es libre porque no está cubierto por ninguna licencia de ese tipo.
Y es entonces cuando podemos separar software libre y software propietario que opere sobre dichos formatos. Ahí gana Mobipocket por goleada. ¿Por qué? Pues porque hay mucho más software libre haciendo uso de este formato que del EPUB (aunque la diferencia se va acortando poco a poco). Y lo mismo con la parte propietaria, en la que para EPUB sólo existe el ADE (y es malo de cojones, sólo hay que leer la comparativa de características en entradas anteriores) y en Mobipocket hay una gran variedad (y de nuevo me remito a entradas anteriores).
Además, para usar el ADE a nivel editorial, tienes que soltarle la mosca a Adobe, mientras que para hacer lo mismo con Mobipocket, DRM incluido, no hay que hacer más que bajarse los programas adecuados de la web de Mobipocket (que son propietarios pero de uso libre) y que encima permiten generar contenidos con DRM.
Sobre el DRM de los ePub, simplemente hay que señalar que los soporta pero al ser código abierto (esto es una obviedad) no puede tener DRM puesto que cualquiera podría conocer el código para desencriptarlo. Te aseguro que eso, desde nuestro punto de vista editorial, es una ventaja más que un inconveniente.
Ya te han dicho que eso no es cierto en otro comentario, y yo te lo confirmo y te lo demuestro. ¿Sabes cuál es el sistema de encriptación más seguro que existe a fecha de hoy? El de clave pública. ¿Y sabes que está disponible no solo su especificación completa sino también código libre y abierto para usarlo? Es decir, tenemos un sistema criptográfico irrompible que tiene publicadas no solo sus especificaciones (por analogía al EPUB/PRC serían las especificaciones de los formatos), sino los algoritmos (la forma de realizar las operaciones de encriptación y desencriptación) e incluso hay código fuente disponible para que un usuario final lo compile, lo pruebe y experimente con él. Y a fecha de hoy es completamente irrompible.
Por otro lado, se ha demostrado que la seguridad por ocultación no funciona. ¿Pruebas? El DRM del EPUB de Barnes & Noble está roto, el DRM del Mobipocket roto, el DRM del Topaz también está roto, y no hablemos de vuestras hermanas las discográficas, en las que a veces, al día de ponerse a la venta el primer elemento con protección anticopia, se rompe.
Por lo tanto, los DRM son absurdos a más no poder, porque afectan a la libertad de los usuarios en el sentido de que impiden el uso correcto y adecuado de lo que han comprado. Y los que quieran piratear un contenido, lo harán se pongan las cortapisas que se pongan, y si no me remito al párrafo anterior.
En todo caso, no creo que las conferencias del DBW o algunas del TOCCON sean mentira dichas con la boca llena de miedo. Te aseguro que he tenido la oportunidad de participar en el análisis del formato más adecuado para distribuir libros electrónicos por parte de la tres editoriales majors en España y nos hemos decantado por el ePub después de un análisis a conciencia hecha por un gran equipo de personas. Por lo tanto me perdonaras si te digo que me siento un poco insultado.
Pues habéis cometido varios errores de los que os vais a arrepentir. Ya sea por incompetencia de vuestros asesores, por la vuestra propia o porque queréis recoger el trigo antes de plantarlo, lo cierto es que estáis cometiendo los mismos errores que las discográficas, y encima estáis insultando a los lectores. Si te sientes insultado, yo también, porque decirme que cuesta lo mismo producir un libro-e que un libro-p es mentira, igual que es mentira que queráis proteger a las librerías (cuando las grandes superficies empezaron a vender libros a granel bien que os interesó, y a causa de ello muchas librerías tuvieron que cerrar sin que se os alteraran las pulsaciones), porque al venderme un libro con DRM me estás llamando ladrón indirectamente (pero resulta que yo te comprado un libro, pagando, pero como tú no te fías y me lo vendes bloqueado igual que se encierra a los ladrones porque la sociedad no se fía de que si prometen no reincidir no vayan a hacerlo).
También me siento insultado cuando me mientes y me dices que el EPUB es mejor que el Mobipocket, que el que un libro traiga DRM es mejor que uno que no lo tenga, etc.
Así que insultado por insultado gano yo, y encima tu vives gracias a lo que yo compro, así que no me insultes mucho.
Además, hay otro tema que todavía no se ha tratado, que es el de las distribuidoras y la presión que seguro están haciendo para no morir…
Ciertamente creo que el formato ePub (que me da igual, llegados a este punto, que sea mejor o peor) se convertirá en el estándar de facto porque cuenta con el apoyo del gran gurú en la materia: O'Reilly, porque cuenta con el respaldo de principal proveedor de herramientas editoriales, Adobe, pero sobre todo, porque cuenta con el apoyo del gigante de los contenidos y los que más saben de esto Google.
Vale. Eso te lo acepto. Te acepto que se va a convertir en el estándar, pero no por sus bondades ni por su calidad (igual que el VHS se impuso sobre el 2000), sino por el habitual ordeno, mando e impongo al que nos tenéis habituados los poderes fácticos.
Pero eso no quiere decir que el usuario vaya a aceptarlo con los brazos abiertos ni que vaya a colaborar a pies juntillas, tenedlo en cuenta. La diferencia entre ahora y antes es que las voces disidentes se oyen más, y llegan a más sitios, y como siempre poco podremos hacer pero al menos os informamos de nuestro pensamiento y que tragaremos como siempre hemos tragado, pero con conocimiento de causa, que es el primer paso de la insumisión.
Desde luego que aquí tienes a alguien que no va a aceptar comprar un libro-e a un precio superior a los 5 ó 6 euros la novedad, y que así va a batallar y así lo va a decir, y va a intentar convencer a otros para que tampoco pasen por el aro. Quizás, y es una utopía, pero quizás algún día sean los usuarios los que manden de verdad.
Aquí estoy para lo que quieras, en público o en privado, y ya conoces mi opinión.
No puedo más que aplaudir tanto tu opinión como tu argumentación. Yo también soy (fui) de los que creía que vistos los garrafales errores que cometen las discográficas anclándose a un caduco modelo de negocio, las editoriales lo tendrían fácil para no caer en ese mismo agujero, pero veo que se ponen orejeras y 'to pa'lante'. Parece un concurso de a ver quien es más chulo.
ResponderEliminarY yo soy de los que compra e-libros. En concreto varios de programación y técnicos. y por qué? Porque prefiero pagar 4 euros (o algunos 2) y tener un libro bien maqueado que buscarle pirata (que los hay) y por si fuera poco el único 'DRM' que tiene es mi nombre en la última página. Ese es el camino, cualquier otra forma de intentar hacer negocio está absolutamente abocada a estrellarse, y si no al tiempo.
Los tiempos cambian señores y nosotros, los clientes, tenemos otras exigencias y/o necesidades y ya va siendo hora que abran los ojos y se enteren!
La verdad es que no entiendo bien la discusión mobiPocket vs ePub porque en realidad son prácticamente lo mismo, cualquiera que ha trabajado haciendo libros electrónicos, sabe que ambos se basan en XHTML, es decir, que es habitual construir el libro en XHTML y luego usar esos ficheros XHTML para convertirlos en ePub o mobipocket dependiendo de lo que te haya pedido el cliente. La ventaja del ePub es que se puede abrir y toquetear el código, cosa que en el mobipocket no se puede una vez está creado. En cuanto al DRM ambos lo utilizan si el editor lo desea, la diferencia es que en mobipocket se hace a través de Mobipocket y en ePub a través de Adobe, pero al final los dos se pueden desencriptar, porque en este mundo no hay seguridad infalible. Por tanto no entiendo una discusión tan apasionado. A nivel usuario, las ventajas o inconvenientes yo creo que más que por el formato en sí viene por cómo se implementa el mismo en los diferentes lectores, pero es el mismo tema que sucede con los navegadores. Hay estándares del W3C que los navegadores soportan más o mejor, y dado que esto solo acaba de empezar, está claro que los lectores electrónicos irán cada vez mejorando más y ofreciendo una mejor interpretación del XHTML independientemente de que esté dentro de un ePub o un mobipocket, porque al final lo que tiene que interpretar realmente bien es XHTML y CSS. En el caso de los procesos editoriales, efectivamente puede resultar mejor trabajar con ePub porque Indesign (que no olvidemos es como habitualmente pueden estar maquetados ya los libros, junto con QuarkXPress) te hace una primera versión (que hay que arreglar) pero la conversión a mobipocket desde esa versión ePub es un paso de 5 segundos y rara vez hay que modificar código de una versión a otra, porque lo normal, por ejemplo, es que si has metido la pata en algo en el código XHTML o CSS el mobiPocket te diga que algo falla y el ePub a menudo se lo trague (lo mismo que pasaba antiguamente con Netscape vs Explorer, que este último se tragaba errores que Netscape te cantaba). En cuanto al tema del DRM entiendo ambas posturas, los lectores no queremos DRM pero el editor gasta tiempo y dinero en hacer un libro y quiere tener la seguridad de que no lo va a perder. Todos sabemos que el libro con DRM solo joroba al lector legal, pero de momento no hay muchas alternativas contra la mal llamada piratería y es lógico que los editores opten por esa opción, la compartamos o no, evidentemente no es un buen sistema y seguramente tarde o temprano el sector editorial opte por otras fórmulas, incluso el llamado DRM social puede ser más efectivo, pero de momento en España el mercado del libro electrónico es muy muy pequeño y todos estamos más o menos tanteando mediante prueba y error, así que entre todos iremos mejorando y seguro que llegaremos a procesos más idóneos y a sistemas más perfectos, pero no creo que plantear las cosas de forma tan apasionada sea la forma de conseguir mejorar entre todos.
ResponderEliminarValentín, me descubro el sombrero ante ti.
ResponderEliminarDe todos modos los usuarios respondemos con la misma agresividad con la que muchas editoriales nos atacan.
Valentín, dices que "La ventaja del ePub es que se puede abrir y toquetear el código, cosa que en el mobipocket no se puede una vez está creado.". No tienes que ir más lejos de este post para ver que no es cierto. Descomprime cualquier .mobi no sujeto a DRM y puedes editar lo que te pluga.
ResponderEliminarTe olvidas, además, que mobipocket tiene implementada la funcionalidad de comentado, mientras que ePub no, de momento, y hay que recurrir a una solución propietaria para hacerlo. Mira cómo han implementado los comentarios en casi todos los ereaders y en el kindle para comprobar la diferencia :(. Lo cual es una desgracia para los usuarios, sobre todo para los que usamos el ereader para trabajar o para los estudiantes.
La importancia de indesign en los ebooks es absurda, una herencia innecesaria de los pbooks. Si tienes un libro preparado en cualquier formato de procesador de texto o texto plano, no tiene sentido pasarlo por indesign para ir a ePub. Conviertes directamente, limpias si hace falta y curro que te has ahorrado.
Respecto al DRM, vengo sosteniendo desde hace tiempo la necesidad de un formato abierto de DRM (aprovechando el camino andado en GPG). Un formato abierto evitaría cualquier encadenamiento a un proveedor, pero protegería al proveedor si decide usarlo. Esto es como el amor: han de amar los dos. El autor y el editor deberían tener la opción de usar DRM en sus ebooks si lo consideraran oportuno, y el lector de comprarlo, o no hacerlo, y si decide comprarlo que lo pueda hacer con garantías de no atarse a ningún proveedor o editor.
Juan Luis, tú sabes que ante un epub, basta con cambiar la extensión a .zip y tienes acceso directo a los ficheros xhtml, css, img, con .mobi no puedes acceder a esos ficheros tan fácilmente (para un usuario sin demasiados conocimientos), aunque puedas editar el mobi como tal, de todas formas lo comentaba solo por buscar algún tipo de diferencia entre ambos formatos, pues en la práctica lo que quería decir es que ambos son muy similares. En cuanto a lo que dices de que "La importancia de indesign en los ebooks es absurda, una herencia innecesaria de los pbooks." tienes razón si piensas solo en digital, es decir, si eres una editorial que solo imprime en digital (por ejemplo Luarna) te da igual partir directamente de un fichero Word o cualquier otro formato de texto digital, pero si eres, como es lo más habitual ahora, una editorial en papel que quiere sacar también la versión digital de sus libros, lo lógico es que trabajes con un programa de maquetación profesional para cumplir con los estándares de maquetación en papel (Indesign o Quark) y que por tanto aproveches esa maquetación para obtener a la vez el fichero digital. ¿Cuántas editoriales van a hacer solo libros digitales? Incluso las que son supuestamente digitales, ofrecen también la posibilidad de impresión a demanda, y para eso es conveniente tener una maquetación profesional para papel que, desde luego, no se puede (o no se debe) hacer en word. Por tanto es lógico que los editores vean ventajas en Indesign y que Adobe esté aprovechando esa ventaja para obtener un trozo del pastel del libro electrónico, incluido su DRM. Y precisamente, en cuanto al DRM estoy de acuerdo contigo, pero una cosa es lo que nos gustaría y otra lo que actualmente existe y lo que existe es que la mayoría de las editoriales pequeñas y medianas tienen que optar por las soluciones que les ofrecen y ahora mismo en las plataformas digitales como edi.cat, leqtor, amabook, etc deben optar por las soluciones de Mobipocket o Adobe. Cuando llegue en Mayo la gran distribuidora de Plantea veremos que solución adopta, pero por lo que hemos leído hasta ahora está claro que también será un DRM similar, porque de hecho, parte del valor que aportan las distribuidoras ahora está en ofrecer ese DRM. Quiero decir, la distribuidora tradicional en papel se ha convertido a menudo en una transportista que lleva los palés de un lado a otro, y no ofrecen por tanto demasiado valor añadido, y las distribuidoras digitales tienen que ofrecer algo a sus clientes (sobre todo a los pequeños y medianos) para que no se lo monten por su cuenta, y eso ahora mismo puede ser esa supuesta seguridad que ofrece el DRM, que no aporta ningún valor añadido tampoco pero es una necesidad que el editor puede tener en este momento de incertidumbre. No estoy en absoluto de acuerdo con el DRM -aunque como pequeño editor también lo he usado-, pero tampoco estoy de acuerdo con las distribuidoras en papel meras transportistas, porque el valor de un distribuidor no debe ser ni transportar ni implementar medidas anticopia. Pero si llevamos años quejándonos del sistema de distribución en papel, del sistema de compra en firme con derecho a devolución de las librerías, etc en un sistema que lleva muchos años existiendo, no va a ser fácil en algo que empieza y con tantas incertidumbres encontrar un camino perfecto y que nos satisfaga a todos. Si alguien idea un sistema eficiente y seguro, todos lo acogeremos encantados, pero de momento no existe y a mí me alegra ver que cada vez hay más distribuidoras digitales y más editores digitales que quieren o intentan estar en un mercado naciente del que poco o nada podemos asegurar con certeza. Y te puedo asegurar que las ventas de libros digitales en España son actualmente simbólicas (con o sin DRM).
ResponderEliminar" Y te puedo asegurar que las ventas de libros digitales en España son actualmente simbólicas (con o sin DRM)."
ResponderEliminarEn parte tenéis la culpa vosotros. El usuario no va a comprar si no tiene oferta buena (me refiero a autores consagrados y demás), y a buen precio, porque si yo puedo elegir entre un libro-p a 30 euros, y 25 en libro-e, lo compraré en papel casi seguro (si me decido a comprarlo, claro, que esa es otra, 30 euros por un libro que en USA vale 10, pues como que no (y entiendo lo de las tiradas y traducciones y derechos)).
No sé de quién es la culpa lo que creo es que realmente no se lee tanto como algunos creen y los que leen siguen prefiriendo el papel. Yo hablo con editores que están deseando editar en digital, olvidarse de imprentas, papeles, almacenes, devoluciones, etc. que son los auténticos quebraderos de cabeza de un editor, y preocuparse solo de lo que realmente importa que es el contenido, pero de momento no pueden porque la demanda que tienen sigue siendo papel, y por mucho ruido mediático que se haga sobre el libro electrónico, lo cierto es que la demanda real por parte de los lectores es muy baja, quizá porque la demanda de libros es también muy baja y el lector medio que es el que lee de 5 a 10 libros al año, no se plantea comprarse un ereader ni le apetece, y solo un pequeño grupo de lectores que leen más de 10 libros al año, y muchos de ellos, relacionados quizá con el propio sector editorial, se plantea esa posibilidad. La mayoría de los lectores sigue apegado al papel, lo cual es lógico, y a veces parece que les queremos empujar a leer en digital cuando no quieren, y debería ser al revés, deberían ser ellos los que si quieren leer en digital empujen a los editores a editar en digital. Yo soy partidario de dar al lector todos los formatos posibles para que elija el que más le interese y que los precios se ajusten a ese formato y a sus posibilidades, pero de momento el lector elije mayoritariamente papel y el editor por tanto se centra también en el papel aunque cada vez más, afortunadamente, vaya incursionando en lo digital y prácticamente haya ya muy pocas editoriales que no haya tanteado el libro digital de una forma u otra.
ResponderEliminarValentín, tu último comentario ejemplifica la pescadilla que se muerde la cola: siempre he leido mucho,y lo admito: mucho de prestado, por buenos amigos y por bibliotecas. Cuando me regalaron mi e-reader, lo primero que hice fue consultar con mis editoriales favoritas para saber si tenían e-books a la venta, o si había previsión de tenerlos en un futuro próximo, y la verdad, es lamentable pero no parece que las editoriales, a excepción de alguna como Luarna, tenga en mente editar en e-book. Y te aseguro que yo compraría los ebooks, a precios razonables.
ResponderEliminarYo creo que el mayor problema está en que nadie se echa a la piscina como ha hecho Amazon.
ResponderEliminarPrimero lo hizo con la venta de libros-p por Internet, a lo grande, asumiendo enormes riesgos de capital hasta que empezó a obtener beneficios de verdad.
Luego lo hizo con los libros-e, poniendo a la venta miles y miles de ellos a buen precio, seguro que perdiendo mucho dinero en el proceso, pero de nuevo está obteniendo beneficios.
El problema aquí pienso que es el mismo, aunque por ejemplo Casa del Libro lo hizo bien y supongo que esté ganando pasta con su tienda en internet.
Falta alguien que llegue y se eche a la piscina del mercado del ebook en castellano, evidentemente con un buen riñón de capital riesgo y precios interesantes.
Y para DRM, que se dejen de chorradas. Si quieren DRM, un sistema de clave pública/privada que a fecha de hoy y a un futuro medio es irrompible y que se dejen de tonterías.