Si no fuera porque hay mucha gente poco menos que desesperada, sería para echarse al suelo y revolcarnos de la risa con la notoria incompetencia de la gente de Barnes & Noble…
Pero vayamos pasito a pasito. Justo a los pocos días de que Amazon anuncie que su Kindle pasa a ser internacional, B&N comunica a los medios el Nook, un lector de seis pulgadas pero que en lugar de teclado va a contar con una pantalla inferior, poco menos que idéntica a la de los iPod Touch, para poder navegar de forma rápida por las portadas y tener algunas ventajas sobre el Kindle, porque, siendo sinceros, este último es el rey.
Sony está durmiendo el sueño de los justos, y otros fabricantes parece que no están capacitados para hacerle sombra ni de lejos, ya que a un estupendo aparato han unido una librería con la mayor cantidad de libros y los precios más bajos.
B&N comienza a aceptar pedidos adelantados del Nook, que pese a tener muy buena pinta parece que se queda en eso: buena pinta, porque de características no se ha hablado. Ni siquiera se ha publicado el manual de uso, cosa que hizo Amazon el mismo día de la salida de su Kindle, por lo que nadie puede hacerse una idea de cómo funciona el bicho.
La fecha de salida fue en un principio primeros de diciembre, que rápidamente pasó a ser el 7, luego el 15 y finalmente se ha quedado en enero. Y que no se retrase más.
El humbug ha sido tan tronado que incluso a algunos usuarios les han girado los números de seguimiento de un paquete que, finalmente, ni siquiera ha llegado a salir de los almacenes del fabricante.
Dados los retrasos, B&N se ha comunicado con los compradores haciéndoles regalos, bonos de 10$ para la primera compra, salida del aparato durante la noche (lo que significa que al día siguiente por la mañana lo tienes en tu casa), etc.
Pero no, estamos a 6 de diciembre y parece ser (sólo parece ser) que han salido algunas unidades, pero por envíos normales, por lo que no llegarán a destino de los usuarios hasta mediada la semana… eso si llegan, porque esto es como dios, todos dicen que existe pero nadie lo ha visto, y si se repite la jugada de comunicar números de seguimiento sin enviar nada sería ya el colmo de los colmos.
Como dice mi amigo de Tinta-E (en los comentarios), este será un caso que se estudiará en las escuelas de comercio dentro de unos años. El título del tema podría ser “Cómo vender nada y tirar por la ventana una empresa de éxito”, o “Cómo enfadar a los usuarios”, porque lo cierto es que absolutamente nadie ha visto un Nook. Ni los medios de comunicación, ni los usuarios, ni los propios empleados de B&N…
Lo que me está extrañando es que ningún comprador frustrado se haya acercado a un tribunal, con lo aficionados que son los americanos a demandarse unos a otros…
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