No, no voy a hablar del héroe griego, sino de una aplicación para OS X e iOS que tiene su mismo nombre. Habréis leído a Chulilla (y a mi) comentar cosas sobre Scrivener.
Pues bien, Ulysses es algo similar pero con un diseño algo más moderno.
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La idea de Ulysses es la de una aplicación para escribir sin distracciones, pero a diferencia de las chorriaplicaciones metrosexuales existentes, a veinte euros el disponer de un lienzo en blanco y tres atajos de teclado, Ulysses implementa todo un interesante envoltorio capaz de sincronización entre dispositivos y lo que es más importante: colaboración.
La aplicación no se ofrece como una de colaboración, porque no lo es, pero al igual que Scrivener se puede usar para escribir un guión de una película (que necesita un formato específico), Ulysses tiene la potencia y los medios suficientes para servir de software colaborativo mientras no se esté escribiendo en la misma hoja.
Lo pongo en cursiva porque el concepto en la aplicación no es el tradicional, sino que se trata de una parte de un todo. Es decir, una hoja en Ulysses es un bloque de texto que puede estar compuesto por una palabra o por diez mil.
Pues bien, mientras dos usuarios no tengan abierta una misma hoja, podrán editar cualquier parte del documento o documentos en cuestión.
Otro de los conceptos no tradicionales, y en los que se diferencia de casi cualquier otro programa, incluido Scrivener, es que no tiene concepto de fichero ni de proyecto.
Por lo tanto, todo está almacenado en un mismo lugar, aunque sí soporta una estructura jerárquica de profundidad infinita. La idea base es la misma que en 12, pero sin tener proyectos independientes.
Una de las mayores ventajas de tener el sistema así, es la búsqueda. Todo está en la punta de los dedos, y parece ser que el sistema de indexado de Ulysses es bastante bueno.
Si bien en apariencia es una ventaja, sobre todo para los usuarios que no quieren o no saben lidiar con ficheros, al final tenerlo todo en una misma cesta puede resultar peligroso.
Muy peligroso.
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El otro día restauré mi iMAC viejuno, del 2011 pero que todavía da el callo con 24GB de RAM, dos discos duros internos -uno SSD- y un segundo monitor de 28 pulgadas.
Digo que lo restauré a lo bruto. Es decir, arranqué en modo recuperación y tiré de Time Machine. ¿El motivo? Simplemente quería limpiar el disco del sistema, que estaba casi lleno, y me daba mucha pereza andar con búsqueda de ficheros y demás, así que reinstalé desde cero, para descubrir que si una cosa me daba pereza, volver a instalar todos los programas me la daba más, así que tiré de Time Machine, restauré y luego limpié los ficheros.
Dobre trabajo por gandul, hala.
La restauración fue bien, y al cabo de unas dos horas mi OS X El Capitánestuvo funcionando como un campeón, cosa que no siempre ocurre cuando restauras un Windows de su copia de seguridad usando las herramientas de Microsoft.
Un par de días tiré a usar Ulysses en mi MacBook del 2012 para descubrir que todo lo que tenía en la aplicación daba conflicto con el iMAC.
Es decir, todas y cada una de las hojas, unos 30 megas de texto, estaban en conflicto con la copia del iMAC. Y para más inri, no había tocado absolutamente nada de nada.
Tremebundamente cabreado me puse en contacto con el servicio de Ulysses, pero como soy un ansias, conseguí resolverlo antes de que me respondieran.
(No os diré la cantidad de trapacerías que intenté antes de encontrar la solución correcta, entre las que estaba trastear a mano con las copias locales e internas de iCloud en ambos ordenadores).
¿Cómo? Pues bastante fácil.
En uno de los ordenadores, el que sea de los que esté todo en conflicto, echa todo tu trabajo a la papelera de la aplicación. No sufras que no pasa nada.
Solo tienes que dejar sin tirar, primero resolviendo el conflicto y quizás dejándolo en el escritorio, aquello que modificaste después de la restauración, si modificaste algo.
Luego te vas a la configuración de la aplicación, pestaña de copia de seguridad, y reza porque esté activa. Si lo está (y si no has tocado nada del programa debe estarlo por defecto), le das a Browse Backupsy eliges la anterior al desastre.
Yo al menos tengo muchas, de meses hacia atrás. Selecciones todo y con el botón derecho del ratón le das a restaurar.
Esperas a que se sincronice todo, añades los cambios que tenías en el escritorio, y listo para el baile.
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No quiero entrar en detalles sobre quién fue el culpable del hecho, aunque apostaría por iCloud, que no tiene previsto ese escenario, aunque tampoco le quito culpa a Ulysses, que debía ser un poco más espabilado y saber que si dos copias de una hoja tienen la misma marca de tiempo y su contenido es idéntico… es que son iguales haya o no conflicto.