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sábado, 23 de abril de 2016

El Capitán Alatriste ya no está triste

Zenda Libros es el sumidero al que van a parar las personas de bien, aquellas que no caben en los contubernios actuales, sí, esos llenos de gente que si no politiza o la chupa de lado no es nadie…

Digo que el otro día me pasé por Zenda Libros y descubrí un nuevo Alatriste. O más bien él me descubrió a mi, porque suelo leer a salto de mata pero me dio un pescozón y me fijó la mente: Todo Alatriste. Día del libro.
Sí, Juan Gómez-Jurado, yo también tengo un teclado de esos, pero conectado a un MAC. :-D
Técnicamente hablando no es nuevo, sino que igual que en su momento se recogió todo el canon holmesiano en un solo volumen, cuidado y mimado, ahora también se ha hecho con el alatristiano. Con dos grandes diferencias: no es una traición, digo traducción, y el autor está vivo.
¿Qué significa eso? 
¡¡Pues que la edición viene firmada!!  Y a todas luces parece que es una firma hecha a mano, aunque no puedo asegurarlo. Firmar 15.000 libros puede ser mucha (demasiada) tela, así que no descarto que sea algún tipo de tampón. 
Y numerada.
A eso he de añadir que, pese a lo que ponía en Amazon (lo siento, la más o menos única y más rápida forma de poder comprar un libro desde Holanda, en donde resido, es así), es una edición de tapa dura con sobrecubierta, un papel crema más que exquisito, una fuente de letra muy pero que muy bonita y algo que no es nada habitual en estos últimos tiempos: lomo cosido.
A eso hay que añadir una biografía de Alatriste, que todavía no he mirado por el morbo de no hacerlo hasta que no llegue a ella en el flujo de la enésima relectura de sus siete novelas, que empiezo mañana por la mañana.
Eso sí, búscate un atril porque el libro pesa lo suyo. Para los que dicen que el saber no ocupa lugar.

domingo, 29 de marzo de 2015

Amazon, la nube y... ¿práctica desleal?

Hace unos días Amazon ha hecho un movimiento muy extraño, tanto que al parecer no tiene explicación ninguna.
Básicamente lo que ha hecho ha sido dejar de darnos gratis 5GB de almacenamiento en la nube para nuestros libros personales si no tienes un Kindle Fire.
Básicamente la cosa está ahora de la siguiente manera: Si quieres mantener sincronizados tus libros, tienes que pagar por el almacenamiento en la nube a no ser que tengas un Kindle Fire. El precio más bajo son 11 dólares al año.
Con anterioridad, al registrar una aplicación Kindle o comprarte un Kindle de tinta electrónica, obtenías 5GB de espacio gratuito para mantener tus libros personales en la nube y que se sincronizaran entre dispositivos.
Básicamente se trata de una patada en los huevos, con premeditación y alevosía, y que personalmente me los toca bastante pese a que yo apenas tengo unos 20 libros no comprados a ellos, la mayoría aquiridos en otro lares.
Lo que realmente me repatea es el hecho de que nos haya quitado algo que ya teníamos. Entiendo que a los nuevos registrados no les de espacio, pero los que ya lo tenemos…
Por lo menos desde USA (que es donde yo tengo la cuenta) no creo que nos podamos quejar ni mucho ni poco. Sin embargo creo que en España es ilegal hacer algo así, por lo que veremos en qué queda el tema.
Esto nos da una serie de indicaciones, o al menos me las da a mi, que muy bien pudiera estar equivocado.
Lo primero de todo es que no venden suficientes Fire y quieren potenciar la venta de los mismos. Hace tiempo pude trastear con uno de ellos, y la verdad es que no me gustó nada de nada.
La primera pega que le vi es que la aplicación de lectura es la misma que la de Android (de hecho el Fire es un AOSP), con todas sus ventajas y sus bugs (que no son pocos). Aparte de eso funciona bastante lenta.
La segunda fue que todo el dispositivo está orientado a que compres contenidos. Compra. Compra. Compra. Tus muelas.
Así que igual que lo tuve un par de días de prueba, se lo devolví a su dueño y santas pascuas.
Otra de las cosas que se vislumbran es el hecho de que a Amazon ahora ya no le interesa que se vendan Kindle clásicos. O eso es lo que parece. Hay gente que ha dicho que la tinta está muerta, que fue una moda pasajera.
Yo más bien creo que ha llegado a su tope tecnológico y que poco más se puede mejorar, por lo que dentro de nuestra sociedad altamente consumista ya no interesa a los fabricantes.
No le interesa o ya no los vende, habiendo saturado el mercado hasta el punto de que quien quiere uno, ya lo tiene y no necesita otro más, como es el caso de mi familia, que todos los que leen (incluida mi madre que huye despavorida de la tecnología) tienen ya uno o incluso dos.
El hecho está en que una de las ventajas que daba a los Kindle sobre la competencia ha desaparecido o va a desaparecer en breve. 
¿Qué desaparece? Las notas sincronizadas y la sincronización del punto de lectura entre diferentes dispostivos de todo aquello que no les hayas comprado a ellos.
Lo que ha hecho Amazon ha sido primero cogernos de los huevos y ahora apretarnos un poco. ¿Sabéis cuál ha sido mi reacción? Comprarme un Kobo Aura H2O, que tiene mejor pantalla y mejor software de lectura, y dejaré de comprar en Amazon. Primero tengo que gastar los casi 50 euros de saldo de la última tarjeta, pero a partir de ahí dejaré de comprar libro electrónico a ellos, o al menos diversificaré las tiendas.

Y es aquí, ahora, donde entra a relucir todo el tema de quitarles el bicho a los ebooks comprados. ¿Por qué hacerlo? Porque el derecho a leer esos libros es tuyo, se lo compraste a Amazon. Ojo, he dicho leerlos, no poseerlos. Como sin fichero físico no puedes leerlos, tienes que conservar una copia local sin DRM para poderlo hacer donde quieras. Que es lo que hago yo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Hasta los putos cojones de la obsolescencia programada de Apple

Ahora ya lo tengo más que claro. Apple aplica obsolescencia programada, y de forma bastante evidente.

Me explico. Tengo un iPad 1, de 64 GB y va como una moto. Bueno, iba. Porque ya no va. Vale, sí que va. La batería le dura casi lo mismo que el primer día, que suele ser lo primero que falla en estos aparatos.

Pero sólo la batería. Me llamó mucho la atención, porque en general yo no suelo dejar que los cacharros se me envejezcan en las manos y suelo revenderlos con no más de un año de uso.

Me llamó la atención que la batería, tras más de dos años de uso, estuviera como el primer día. Y más todavía cuando empezó a usarlo mi novia, con una carga diaria… No hacía más porque le duraba todo el día y a veces más. Lo usaba como su ordenador principal, toda ella tirada en el sofá.

Pero qué cosas, justo unos días antes de que saliera al mercado el iPad 3, el iPad 1 comenzó a hacer cosas muy raras. Cierres de aplicaciones inesperados. Las mismas aplicaciones que el día anterior iban perfectas, de repente empezaron a cerrarse solas.

Sobre todo Safari, que era lo que ella más usaba. Y no hubo solución. Ni reinicios, ni reseteos de fábrica ni nada de nada. Simplemente comenzaron a fallar sin otra explicación.

Para más inri, no hubo ninguna actualización del sistema operativo de por medio. Es decir, que la causa de los errores podría haber sido una actualización, pero no.

Llegó la fecha y comenzaron los fallos.

***

Ahora tengo un iPad 3… Sí que ha habido una actualización del sistema operativo, el iOS 7. Y de nuevo ha comenzado el baile.

Y ya no tengo dudas. Ahora soy yo el que está usando el aparato, y soy yo el que está seguro de que a finales de septiembre abría exactamente los mismos PDF, los mismos epub y navegaba por las mismas Webs. Con el mismo sistema operativo, recién actualizado.

Y sí, como ya he dicho, volvemos al baile. Desde este fin de semana el iPad va sensiblemente más lento, esos PDF, esos ePub, esas Webs ahora petan mi sistema. Los mismos. No prácticamente los mismos, sino exactamente los mismos.

Recordemos que a finales de este mes hay una nueva keynote y se supone que salen nuevos iPads. Yo estoy ya completamente seguro de que saldrán. A causa de cómo se está comportando el mío.
Y de nuevo una restauración no ha servido de nada.

***

Ya tenía la mosca detrás de la oreja, pero ahora estoy completamente seguro. Si mis conocimientos de las tripas de iOS fueran los de Windows, a todas luces buscaría la causa de ello. Como sólo controlo las iCosas a nivel de usuario, confirmada la sospecha, esperaré a ver si alguien descubre algo.

Yo estoy seguro.

También estoy seguro que el límite de Apple para tumbar las iCosas es de dos generaciones. Cuando sale una nueva, los cacharros que se correspondan a la ante-antepenúltima dejarán de funcionar bien.

***

Es tiempo de cambiar. Menos mal que de momento a los MAC eso no suele pasarles.

¿Son necesarios los 64 bits en un teléfono (digamos un iPhone 5S)?

NOTA: Esta entrada también se publica aquí.

La respuesta correcta es absolutamente no. No sin condiciones. Un rotundo y absoluto no. 

No obstante, se puede leer entre líneas y podría haber una razón. 

 

Pero antes comencemos con los motivos negativos. El paso de 32 a 64 bits solo está justificado si se cumplen algunas de las necesidades que vamos a comentar.

No obstante, primero debemos explicar algunas cosas. Cuando uno ejecuta una aplicación en un sistema operativo moderno, ocurren varias cosas. Por un lado está la aplicación, que necesita un espacio de memoria para poder ser cargada. Y esa aplicación tiene que tener alguna forma de hacer llamadas al sistema operativo para que este realice acciones como abrir un fichero o conectarse a Internet.

Eso se consigue con un modelo de memoria. Y la forma más fácil es que el sistema operativo y la aplicación compartan el espacio de direcciones. Dicho como una analogía, imagina que tienes una caja de un tamaño determinad y que en ella tienen que caber dos objetos. Una opción es dividir la caja en dos compartimentos, dejando un hueco para cada objeto.

Bueno, pues este es el modelo de memoria estándar, aunque hay otros, es el más común. Es decir, la caja es la memoria disponible en el sistema, y en un hueco está el sistema operativo y en el otro la o las aplicaciones cargadas y en ejecución. Hasta aquí todo bien. Por lo tanto, pasar de 32 a 64 bits es tener una caja más grande.

En palabras más o menos técnicas, un microprocesador de 32 bits es capaz de direccionar hasta 4GB de memoria RAM y uno de 64 unos cuanto miles de millones de Terabytes. Decimos 4GB porque es un estándar, pero los micros x86 y los ARM tienen una capacidad que se llama modo PAE y que permite direccionar 128GB de RAM o incluso más sin salirnos de los 32 bits.

Pero lo habitual en un microprocesador moderno, para evitar florituras extrañas (como punteros de 32 bits en lugar de 24 que es lo habitual, o modelo segmentado), es que tengan la memoria dividida en 1/3 ó 2/2. Es decir, de los 4GB disponibles para cada aplicación, 1 GB está ocupado por el sistema operativo y los otros 3 por la aplicación. O en el otro modelo, mitad y mitad. 

Siguiendo la analogía de la caja, 1/3 de ella el objeto que es el sistema operativo y los otros 2/3 al programa en sí. De este modo, cuando una aplicación quiere hablar con el sistema operativo, se asoma y actúa en consecuencia.

Todo esto es virtual. Suponiendo un iPhone con 1GB de RAM, poca división real como la descrita vamos a tener. O en otras palabras, suponiendo un teléfono con 4GB de RAM, y ejecutando una sola aplicación, la división estaría hecha tal y como hemos comentado, pero con un GB de RAM la cosa no parece muy coherente.

En otras palabras, da igual el tamaño virtual de la caja. Da igual que le quepan sólo dos objetos que sumen 4GB (32 bits) o tropecientos Terabytes (64 bits), porque la realidad es que, ocupando 1, la hemos llenado.

En resumen, pasar de 32 a 64 bits por motivo de tamaño de programa y de sistema operativo es una completa y supina gilipollez. Porque aun tirando de memoria virtual (swap a disco, en este caso a memoria flash), carece de sentido.

Siempre a nivel teórico, sería posible que las aplicaciones necesitaran más de esos dos o tres GB de memoria para funcionar.

¿Las necesita algún programa que se ejecute en un teléfono? Pues francamente no. Y menos aún cuando la memoria real de un teléfono como el iPhone es de 1 GB. Poca partición podemos hacer ahí, pero poca poca.

***

Otro motivo podría ser que un micro de 64 bits se ejecute mucho más rápido que uno de 32. Sí, por lo general es cierto. Al crecer en ancho de registros, también se optimiza su juego de instrucciones, por lo que en general, a una misma velocidad y sin tener en cuenta el cambio de anchura, suelen ir más rápidos. Simplemente porque toman el doble de celdas de memoria de una tacada, tanto para programa como para datos. Evidentemente, los periféricos deben acompañar. 

Eso se hace de varias formas. O bien se instala memoria que permita ser leída en bloques de 64 bits, o bien se instalan dos bancos de 32 bits que se leen de forma simultánea, o 4 de 16, u 8 de 8… Ignoro la arquitectura interna del iPhone, pero no me mojaría mucho si dijera que usa dos bancos de 32 bits.

También hay una más, la económica y la que se suele realizar más habitualmente. Se trata de tener el mismo ancho de bits de memoria y hacer dos lecturas (o escrituras) seguidas. De este modo, aun teniendo un procesador de 64 bits, podemos usar memoria de 32 bits con unos pequeños cambios en la arquitectura real del sistema.

El handicap aquí es que pese a tener un sistema teóricamente más rápido en realidad no lo es tanto, ya que para cada instrucción a ejecutar necesitamos dos lecturas, ejecución, dos escrituras, etc, frente a lectura, ejecución, escritura.

Y eso sin entrar en el almacenamiento de segundo nivel, o de disco, que en los teléfonos suele ser memoria flash. Mientras que el disco sea interno al teléfono siempre podemos seguir la idea de usar varios bancos, pero en cuanto metamos una tarjeta normal y corriente estamos limitados a su velocidad estándar. 

No obstante, esto no nos interesa porque el iPhone no soporta eso.

***

Una aplicación de 64 bits puede llegar a ocupar hasta un 40% más de memoria y hasta un 100% (el doble justo) de disco porque sus punteros tienen el doble de tamaño, y las estructuras de datos suelen ocupar el doble. Y al duplicarse el tamaño de las instrucciones máquina, gastan el doble de espacio al estar almacenados en disco.

Por lo tanto, suponiendo un iPhone con 1GB de RAM y ejecutando programas de 64 bits puros, ese giga se nos queda en aproximadamente 640M realmente útiles comparados con la versión de 32 bits. Es decir, que si queremos acompañar el uso de memora al rendimiento, tenemos que ampliarla en su justa razón. No me extrañaría que el iPhone 5S llevara 2GB de RAM, porque si lleva sólo 1, el efecto final va a ser menos memoria para las aplicaciones, sin hablar del espacio de disco. 

Hazte cuenta que tus 32 GB de disco serán equivalentes, con suerte, a unos 24GB, si no 16. Bonito, ¿no?

***

¿Hay alguna mejora real en tener 64 bits? Sí, sólo una, pero que no es obligatoria ni exclusiva de los 64 bits. El juego de instrucciones seguro que está más optimizado y el rendimiento multimedia y potencia de cálculo de fuerza bruta sí que se notan, y mucho.

¿Por qué? La toma de datos con el doble de ancho significa significativamente menos operaciones. Por ejemplo, una multiplicación de 64 bits en un procesador de 32 bits que no tenga instrucciones de 64 bits necesita hasta 4 multiplicaciones de 32 bits más una o varias sumas, secuencias de control aparte. En 64, esas posibles 5 instrucciones se convierten en una sola. Hemos acelerado 5 veces la operación, y sólo sin tener en cuenta también los tiempos de acceso. Es decir, con 32 bits, una instrucción se compone de tomar de memoria, ejecutar, poner en memoria. ¿La parte más lenta? Poner en memoria, seguida de tomar de memoria y finalmente ejecutar. Sustituimos cinco lecturas y cinco escrituras por una de cada. El incremento de rendimiento, aunque sea memoria de 32 bits bajo un entorno de 64 es literalmente enorme.

No obstante, para tener ese incremento de rendimiento no es necesario pasar a los 64 bits ni mucho menos. ¿Sabéis qué significan las siglas SSE, SSE2, SSE3? Pues eso mismo, que también podemos tomar un procesador de 32 bits y añadirle instrucciones especiales o, como se hace más habitualmente y que también ha hecho Apple, añadir un coprocesador más rápido y dejar que sea él el que haga todo ese trabajo. Si digo tarjeta de vídeo seguro que se me entiende mejor. 

***

Por lo tanto, lo dicho. Los 64 bits no son más que puro marqueting para generar aplausos y dejar bocas abiertas, tanto, que ahora todo el mundo quiere procesadores de 64 bits en sus teléfonos. Posiblemente veamos un Galaxy S4 cuya única mejora sean esos 64 bits, seguidos de un Note 4…

Y de nuevo Apple ha vuelto a conseguir que toda la industria de la telefonía móvil vaya detrás de ellos…

En fin…

***

Y ahora sí, puede que realmente sea éste el motivo por el cual los teléfonos de Apple comiencen a llevar chips ARM de 64 bits, que no les hacen ninguna falta.

¿Qué pasa con el MacBook Air? ¿Os imagináis un Air con un ARM de 64 bits, 8 ó 16 GB de RAM, menos de un quilo de peso, ejecutando la versión 12 de OS X que ha sido integrada con el iOS 9 (por cierto, cerrando el círculo) y con una duración de batería de 16 ó 24 horas? ¿Os imagináis algo a caballo entre el iPad y el Air, al estilo de una Surface PRO pero con la duración de batería de un iPad y el rendimiento de un Air? Me refiero a un MAC completo, plenamente funcional, pero en formato tableta.

Pues estad atentos, que los tiros van por ahí. No sacan un Air con un ARM porque estos todavía no tienen el rendimiento de un i3 o un i5, pero tiempo al tiempo. Y esperemos que Microsoft se ponga las pilas.

martes, 10 de septiembre de 2013

Apple vs Samsung. ¿Quién gana?

Hace un rato que he visto la última keynote de Apple, en donde presenta sus nuevos iPhone 5C y 5S, lo que ha supuesto una bajada de más de 12 dólares en las acciones.
Y no me extraña nada. La presentación ha sido insulsa, y lo presentado, salvo una cosa, nada del otro mundo y que no fuera esperado. Vamos, ninguna novedad remarcable.
Lo único llamativo ha sido el sensor de huella dactilar integrado en el botón del teléfono. Eso sí que es una novedad importante, pero todo lo demás es más de lo mismo. 
Recuerdo la época en que Steve Jobs decía “y disponible desde este mismo momento” y veías cómo el producto aparecía disponible para comprar o descargar. Ahora no, ahora todo son futuros. 18 de septiembre para iOS 7, lo mismo para los iPhones, y ni una palabra sobre otros temas candentes como Mavericks, cuya Release 7 es más inestable que la 5.
Y lo peor de todo no es eso, lo peor de todo es que no ha habido ninguna novedad. El sistema operativo es más de lo mismo. Más bonito pero con prácticamente la misma funcionalidad.
Por eso regalar iOffice, por eso la novedad de los 64 bits que ignoro para qué valen…
… Porque poner a fecha de hoy 64 bits en un teléfono es una tamaña tontería que nadie se lo puede explicar. Significa que se consume casi el doble de memoria y de disco, y algo más de batería para obtener… absolutamente nada.
¿Por qué Apple ha comparado el aumento de rendimiento con el iPhone original y no con el 4? Muy sencillo: pasar a 64 bits no lo aumenta si no se optimiza el juego de instrucciones y, como ya hemos dicho, aumenta sensiblemente el consumo de memoria. Seguro que el iPhone 5S dobla su RAM interna.
Además, sólo hay que fijarse en los vídeos de presentación. Y compararlos con el del, por ejemplo, Galaxy Note 3.
Este es el del 5C:

Y el del 5S:

Y el del Note:

¿Veis la diferencia? Mientras que Apple se llena la boca con diseño y con la huella dactilar (que como sea como los sensores que hay en la actualidad va a fallar más que una escopeta de feria), Samsung nos pone ejemplos de la calle. 
Pues eso, que Apple cada vez va perdiendo más y más.
Y sin hablar de precios, que esa es otra.

jueves, 18 de julio de 2013

Nuevas adquisiciones (II)

Seguimos con las novedades respecto a la compra de lo que para mi son incunables aunque en realidad se trate de simples libros viejos. Como ya comenté, he adquirido algunas, si no primeras ediciones, sí muy cercanas, de ciertas obras de Jules Verne, todo ello gracias a mi costillita Zaida que me dio el chivatazo sobre ellas.

Ya tengo casi todos los volúmenes que he comprado. Me faltan tres fascículos, folletines o como queráis llamarlos. Bueno, también pueden ser unos solo, no lo sé porque nunca he visto esa obra de Verne en ningún lado y no sé en cuántas partes viene.

Las ediciones rondan mediados altos y finales del siglo XIX, y en esa época los libros, al menos algunos, venían en una especie de folletines, plegados, sin grapar y sin cortar, con una cubierta de papel de otro color. Más o menos como en la imagen, que pertenece a uno de los que he comprado.

 

JULIO VERNE : LOS HIJOS DEL CAPITÁN GRANT - TRES TOMOS (GASPAR Y ROIG, 1873)  (Libros de lance (posteriores a 1936) - Literatura - Narrativa - Clásicos)

 

Esos fascículos eran coleccionables y se podían juntar en forma de libro, con las tapas que cada uno quisiera. Si os fijáis en la películas de corte isabelino, esas grandiosas bibliotecas compuestas de tomos idénticos eran justamente eso: los fascículos encuadernados a gusto del propietario.

Por supuesto, tal encuadernación no era obligatoria ni mucho menos, y de hecho la mitad de cosas que he adquirido vienen así, pero otras están encuadernadas en volúmenes de, creo que se llaman, cuarto. Vamos, que el tamaño de cada página ronda el tamaño de un folio, y viene a dos columnas.

 

VERNE

 

¿Qué he adquirido? Pues en primer lugar, el volumen de la entrada anterior, que contiene las siguientes novelas, encuadernadas en lo que es una tapa original pero bastante deteriorada:

  • Un capitán de quince años, al que le faltan las primeras páginas
  • Los descubrimientos del globo, en 4 partes, folletos o volúmenes.
  • Los quinientos millones de la princesa
  • Los amotinados de La Bounty
  • Un drama en Mexico
  • Las tribulaciones de un chino en China
  • Los navegantes del siglo XIX, en 4 partes, folletos o volúmenes.

Por otro lado, he adquirido, sueltos y en folletines, Los hijos del capitán Grant, en tres folletines originales, sin guillotinar pero ya cortados, y encima en un papel sedoso de increíble calidad. Si estuvieran sin cortar (es decir, los pliegos enteros y sin leer) seguro que no habría podido comprarlos, y de hecho no creo que exista ningún volumen así.

La agencia Thompson y Cia, también en tres folletines del mismo estilo, pero como la obra es de las últimas de Verne, el papel es más normal y viene ya guillotinado.

Y finalmente un tercer volumen, este encuadernado con unas tapas normales (para la época, claro, ahora eso de tela y lomo repujado en cuero es como un animal mitológico). Este volumen contiene una obra repetida de las que compré sueltas, pero no me pude resistir ya que lo vi después de comprar la anterior:

  • Los hijos del capitán Grant, en tres partes
  • Veinte mil leguas de viaje submarino, en dos partes
  • La isla misteriosa, en tres partes
  • Un descubrimiento prodigioso

Como podéis observar, son las tres obras cumbre del autor, que forma una especie de trilogía encadenada, en la cual la tercera novela resuelve las dos anteriores. Creo recordar que sólo en Robur el conquistador y Dueño del mundo hay algo similar, pero de mucho menor nivel.

Y como postre, la última, una obra rara y de la que solo tengo una edición de la que no me fío mucho y que demuestra estar algo cortada en cuanto al texto.

***

Los descubrimientos del globo es lo que aparece en otras ediciones como Historia de los grandes viajes y viajeros, pero existen dos partes más que conjuntan una magna obra geográfica e histórica bastante extensa y que Verne escribió con la ayuda de algún que otro documentalista.

Yo tenía, en fotocopias, el primer volumen, y había accedido a una edición en inglés de la que no me fío mucho porque las traducciones al inglés de Verne siempre han sido una mierda.

Pero finalmente obra en mi poder la edición completa y buena, todo lo buena que puede ser una primera traducción al castellano, pero creo que es la única que existe.

Resumiendo, mi idea es escanear estos tres trabajos y ponerlos a disposición pública en la confianza de que habrá caducado cualquier tipo de derecho sobre las mismas.

A saber, dentro de poco tendréis, en edición facsímil:

  • Los descubrimientos del globo
  • Los grandes navegantes del siglo XVIII
  • Los grandes exploradores del siglo XIX

En una entrada posterior trataré sobre mis herramientas de escaneo porque… bueno, ya os contaré. Bon apetit.

lunes, 3 de junio de 2013

Éramos pocos y parió la abuela (de Surface PRO hablamos)

Pues resulta que no acabo yo de hacerme a esto de la tableta RT (más que nada por lo lentorra que va y por la poca definición de la pantalla) cuando llega la PRO, que es lo que la RT hubiera querido ser y no fue.
Bueno, casi. Pongamos que ya nos gustaría que a la PRO le durara la batería lo que a la RT o al, por qué no, iPad.
Pero resulta que la PRO es un ordenador completo con todas sus cosas, y encima uno de gama alta. Ya quisieran muchos portátiles tener el rendimiento y potencia de la PRO. En un quilo de peso. Con cinco horas de duración de batería.
Sí, ya sé, hay por ahí portátiles con ese rendimiento e incluso superior. Obviando los MAC, algunos de Sony y de Lenovo, pero también cuestan un cojón de mico, no tienen la pantalla táctil ni la misma resolución. O si la tienen da igual: cuestan un porrón de dinero.
***
Hasta aquí el engurrio se puede sostener y uno se puede mantener en un estado casto cual virgencita hipotética. 
RFOG, tienes una RT, tienes varios equipos que ejecutan sin problemas Windows 8, incluso dentro de tus MAC, virtualizados. 
De hecho la máquina virtual que corre dentro de tu iMAC bajo un SSD funciona tan rápida como si estuviera fuera, y hasta el Hyper-V te funciona, por lo que puedes desarrollar sin problemas para Windows Phone.
Y lo has hecho. Tienes un artículo de relativa pronta aparición en DotNetManía junto a dos aplicaciones en la tienda, creadas desde cero con esta máquina virtual. Si la pones a pantalla completa usando tus dos monitores ni te enteras de que estás bajo OS X.
***
Decíamos que podemos mantener a un nivel tolerable eso de que “¡¡Yo quiero una, mamá!!”. 
Pero resulta que hace un rato me entero de que mañana 3 de junio es el día sin IVA de MediaMarkt. Es decir, cada producto que compres allí te sale un 21% más barato.
Hay que joderse a base de bien…
Surface PRO 128 GB, 979 euros.
Teclado-Funda con teclas, 130 euros (menos un céntimo).
Total: 1109 euros.
Más que el sueldo mensual de mucha gente. 
Peeeeeeeeeero,
Si a eso le quitamos el IVA, se nos quedan unos 876 euros, 773 sin teclado 916 euros, 809 sin teclado (Corrección de últma hora, que multipliqué en lugar de dividir. Aun así, es canela fina).
***
¿A que es algo irresistible? Pues eso mismo digo, yo, joder.
Piqué como un tonto.
Ya os contaré.
En fins.

domingo, 12 de mayo de 2013

Tagus Lux (Casa del Libro) y los descartes

Soy el afortunado poseedor de un Tagus Lux de Casa del Libro. Bueno, realmente son dos porque el otro es para mi costilla. 

Sí, ya sé que esto anda un poco desatendido, pero lo cierto es que me he ido prodigando por otros sitios y qué leches, uno tampoco tiene todo el tiempo del mundo para escribir lo que quisiera.

Los habituales del sitio conocerán que siempre he sido un rabioso kindlerero de los de toda la vida, o más bien desde su segunda versión. Y no, no me refiero al segundo modelo que saliera en España, sino al segundo modelo USA, cuando aquí ese aparato era un animal mitológico.

Desde entonces creo haber manejado todos sus modelos y variantes, comenzando con las citadas versiones americanas y terminando con las europeas. Si no recuerdo mal, y poniéndoles un número para distinguirlos, Kindle 2 USA, Kindle 2 Internacional, DX USA, DX Intl. Eso los de color blanco. Luego pasaron a los de color oscuro, con el Kindle Keyboard ylos Graphite, luego el 4 y finalmente los Paperwhite.

Algunos sólo han pasado por mis manos de forma casi testimonial, pues apenas los he manejado los he cedido a novias (bueno, sólo una), hermanas y madres…

De hecho, hasta hace unos días, yo estaba más que contento con ser un usuario intensivo de las tecnologías Amazon, que se muestran -y esto nadie puede negarlo- mucho más usables y prácticas que cualesquiera otras, léase ePUB y la plataforma de Adobe, que básicamente es una mierda pinchada en un palo, mierda potenciada en España a causa de las editorialuchas y la triste implementación que de ello han hecho, Libranda de por medio.

Vale. Al que quiera saber más sobre esa opinión tan dura, tiene este blog para ir leyendo.

Pero hubo una cosa de Amazon que me andaba tocando un poco los cojones. A mi y a mi pareja. Resulta curioso que una vez que habíamos leído un libro no comprado a ellos, empezábamos a recibir publicidad del tipo “ahora que has leído Piscas pajas quizás te guste El pajote gordo. Y así durante varios libros. 

Que conste que esos libros no comprados en Amazon no quiere decir que fueran piratas. Algunos sí, los menos, pero otros simplemente los compraba yo en mi aparato y se los pasaba a ella, después de quitarles el bicho.

Podíamos haber tenido ambos aparatos registrados en la misma cuenta, pero entonces nuestros puntos de lectura se hubieran mezclado.

Por lo tanto, cruz en la casilla y a otra cosa, mariposa.

Kindles vendidos, los tres que quedaban en casa. Las cuentas no las borraré, al menos no de momento y al menos la mía no ya que tengo por lo menos cien eBooks comprados a ellos y tampoco es cosa de perderlos, pero lo cierto es que Amazon acabó para nosotros.

Seguiremos comprando algo, siempre que el precio acompañe y siempre que no estén por otro lado más baratos. Hablo, claro está, del formato electrónico. Del papel, pues depende de qué. Viviendo en una capital tengo a Casa del Libro, Fnac y El Corte Inglés a veinte minutos en coche. Y encima una al lado de la otra.

***

Bueno, pues lo dicho. ¿Qué comprar que tenga un mínimo de calidad y que no pertenezca a un grande y espía? Porque si no os habéis dado cuenta, el motivo es que ya está bien de que sepan qué y cómo leo.

Descartados los Sony, los Kobo, los Nook. Todos terminan siendo lo mismo. La idea es comprar algo libre y no atado a ninguna librería.

Tras mucho mirar aquí y allí, me quedaron dos familias: Booken y Boox. Ambas son independientes, y ambas tienen un mínimo de calidad. Pocketbook quedó descartada porque sacan aparatos como churros y luego no los actualizan…

Al final nos decidimos por Boox. Ya había tenido uno de ellos y la verdad es que tenían buena pinta y el firmware es de lo mejor de entre lo peor.

A ver, la funcionalidad y la integración con las tiendas no existe, que es lo que queríamos, pero también es cierto que la implementación del software tiene muchos tropezones, que generalmente se quedan donde están y no se solucionan, cosa que los grandes sí suelen hacer. Más o menos.

Elegimos Boox por otra razón: la interfaz de desarrollo es QT, de la que conozco algo y de hecho ya hice, para el modelo que tuve, un parche para que el CoolReader pudiera leer los ficheros de separación silábica desde la unidad externa. Y de hecho dicho parche sigue circulando por internet para esta versión nueva.

Por lo tanto, ni corto ni perezoso me dirigí a la web a comprarlos cuando se me encendió una lucecita en la cabeza. Como había estado mirando muchos modelos, resulta que el Tagus Lux es el mismo modelo que iba a comprar, pero 40 euros más barato.

Las dos únicas diferencias físicas con el i62HD Firefly están en que no tiene botones laterales y en el serigrafiado de la carcasa, que es diferente.

El firmware era una variación del original, personalizado para Casa del Libro y que referencia a su tienda.

También comprobé que el firmware original del i62 instalaba perfectamente en el Lux, así que con coger el coche y acerarme a una tienda física podía tener los dos aparatos al momento y por 80 euros menos.

Total, al llegar a casa les metería el firmware del i62 de Booxtor (el mejor de todos) y tendría dos sendos Firefly, pero algo más baratos.

***

¿A que suena bien? Pues sí, suena perfecto. De hecho la actualización del firmware funcionó a la primera y sin problemas. Y los aparatos funcionaban sin ningún problema…

… Hasta que le dimos a regular la luz.

Según Casa del Libro la regulación funciona bien, porque todos sus aparatos la regulan igual.

Según el fabricante OEM no, hay una partida de placas defectuosas (más bien con un error de diseño) que hace que la regulación del brillo no baje de cierto nivel.

Pues bien, ya sabéis por qué valen 40 euros menos: por la ausencia de botones laterales y por las CPU, que son la serie defectuosa. Esto también nos da una idea del funcionamiento de los fabricantes españoles. Peor que los políticos.

Así nos va.

***

La esperanza la tengo en una resistencia llamada R240 que hay que variar de valor, aunque todavía no tengo claro si me decidiré a arreglarla o a devolverlos si consigo una versión del firmware original de Casa del Libro, que por desgracia no tengo, porque si la tuviera ya lo habría hecho.

Si alguien la tiene, por favor, que me lo diga y me la envíe antes de que les meta el soldador.

 

 

 

 

domingo, 17 de febrero de 2013

Review Samsung Ativ S (I y II) en HTCSpain

Fiajos vosotros qué cosas le pasan a uno. Iba yo a publicar aquí un par de entradas sobre mi recientemente adquirido Samsung Ativ S con Windows Phone cuando uno de los administradores de HTCSpain se fijó en mi y me pidió que los escribiera para ellos. Así que, me lié la manta y los escribí en un fin de semana. Luego aparecieron allí y ahora que me acuerdo, os pongo aquí un enlace a ellos:

· Todo sea por conseguir un SANSUMG ATIV S ... ¡¡¡ MADRE MIA !!! Si es que merece la pena ... ¿o no?

· Review de la casa del SAMSUNG ATIV S MADE IN FEITA POR RFOG: UNA OPINIÓN MUY PERSONAL

miércoles, 2 de enero de 2013

"Después de más de una hora de lectura las muñecas se resienten"

Lo siento, no puedo resistirme a comentar algunas cosas del artículo que ha aparecido hoy en el CiberP@ís escrito por una tal Rosa Jiménez Cano y que versa sobre el Kindle Paperwhite.

En primer lugar decir que el artículo, en su conjunto, no está mal, pero sí en sus partes, y mucho.

La pifia menor son los dos primeros párrafos, en los que parece que se dice que es necesaria una luz para leer a oscuras con el Paperwhite. Y digo parece, porque realmente lo que la autora está diciendo es que sí, que una de las ventajas de este lector es esa: que no hace falta luz para usarlo durante la noche, con las ventajas que eso trae para quienquiera que duerma a tu lado, ya sea tu mujer, novia o gato.

Pero hay otras cosas que me dejan un tanto perplejo. Cito: 

 

Sin embargo, los que estén acostumbrados a lectores que no son táctiles se les saltarán las páginas. Prescindir de los botones en el lateral, que servían para pasar de página, es una ventaja relativa, pues a veces la sensibilidad de lo táctil provoca el descontrol. 

 

¿Y como es eso, hija mía? No sé, pero si tocas y mantienes tocado sólo pasa una página, si arrastras el dedo sólo pasa una página, si lo tocas con un lápiz sólo pasa una página, si lo tocas con un stylus solo pasa una página… No lo entiendo. 

Es justo al revés. Con los lectores de botones es más fácil que se pase página accidentalmente al cogerlo o sujetarlo porque, ¿coges tu tu tableta por la pantalla? Pero sí que la coges por los bordes, que es donde suelen estar los botones.

Sí que es cierto que podría tenerlos, ya que pasar página en un Kindle táctil con una sola mano es un poco complicado. Pero solo un poco.

Otra perla:

 

¿Es necesaria la iluminación? […] Ahora bien, tampoco es la solución perfecta. En la parte inferior, después de un uso prolongado no termina de iluminar de manera uniforme.

 

Vamos a ver. La iluminación irregular se nota desde el principio nada más te metes en una habitación oscura. Si en tu caso ha ido empeorando con el uso, me juego un gallifante a que te estabas quedando sin batería, cosa que seguro le ocurre a todos.

Y finalmente la última, la que más me ha llamado la atención de todas y la que es casi el motivo de esta entrada:

 

A cambio, también ha aumentado su peso. Después de más de una hora de lectura las muñecas se resienten.

 

Increíble. Cógete tu la última de Tom Clancy o mejor aún, un mamotreto de informática y verás lo que es que las muñecas se resientan.

De todos modos, el Paperwhite pesa 212 gramos. El Kobo Glo 185. El Odyssey 180, y 250 el i62HD Firefly. Todos ellos tienen iluminación y comparten, creo, la alta resolución.

En fin, que no creo que te cueste mucho sostener doscientos gramos en vilo, y si es así, piensa entonces que vas a tener el mismo problema con cualquier libro de papel.

Y como dice mi novia, ella se lo apoya en su generoso pecho. Y yo, en mi generosa… panza. Y ni pesa, ni hace daño ni molesta.

Así que si nos pagan por sacar pegas, al menos que estas sean reales y no inventadas o metidas con calzador.

 

domingo, 30 de diciembre de 2012

Android vs iOS

Lo siento, tíos, pero no hay color entre usar una tableta Android y un iPad. Gana el segundo por goleada. Pese a todas sus limitaciones artificiales, su pantalla más pequeña, su mayor peso y su peor pantalla frente a una Nexus 10, pese a todo eso, es un aparato mucho más ergonómico y manejable.

Ya sé que comparar ambas pantallas no tiene mucho sentido: ambas son de una calidad increíble, aunque supuestamente la del Nexus sea mejor, la diferencia es inapreciable durante el uso diario.

Otro cantar es la duración de la batería. Lo siento, no hay color, y menos aún cuando llevas usándola unos días. Cada vez dura menos. Ocurre como los Windows antiguos (léase XP sin SP3), que necesitaban una reinstalación periódica desde cero si querías que el rendimiento no terminara siendo una mierda.

Ocurre lo mismo con Android. Me da igual si se debe a los programas que instalas o a lo que sea: en un iPad la batería dura siempre lo mismo, en un Android no.

En el Nexus todavía no lo he hecho, pero en el Note II ya lleva un reset total porque de repente comenzó a gastar el 100% de la batería en unas cinco horas estando en reposo y nada de lo que intenté resultó excepto el borrado total (y no, no había instalado nada nuevo). De hecho creo que el problema estaba en el Google Now!, pero después de desactivarlo siguió consumiendo lo mismo.

De los programas Android que no están preparados para tabletas no voy a decir nada porque todo el mundo sabe lo mal que funcionan en una. 

Pero sí de los que se supone están adaptados. No tengo un solo programa que funcione bien del todo. 

  • Mantano: a veces no sincroniza con la nube, otras no visualiza algún PDF, otras enciende la tableta él solo.
  • Adobe Reader: no guarda las posiciones de los documentos.
  • IAnnotate, ezPDFReader, Repligo: son leeeeeeeeeeeeentos. Muy (demasiado) lentos. ¿He dicho que son lentos? Apenas los uso por ese motivo, pero las pocas veces que lo he hecho han terminado cerrándose sin más.
  • Moon+Reader Pro: pocos son los libros que lee bien. Cuando no se come la última letra de algunas palabras hace unos guionados de órdago, y cuando no simplemente repite párrafos o no se entera de que está siendo abierto desde otro programa. Y todo eso cuando no peta.
  • GMail: bueno, este va bien cuando no se cierra solo, pero hay veces en las que se queda autista y se cierra.
  • GReader: puede ser el único que funciona bien. Todavía no lo he visto hacer cosas raras.
  • Amazon Kindle: este va bien, pero tiene tan pocas opciones… Y bueno, no sincroniza bien.
  • CoolReader. Depende de la actualización, pero en general suele ir aceptablemente bien.
  • Instapaper y Pocket: estos dos adolecen del mismo problema: a veces no se actualizan y tienes que resetear el contenido. El problema viene cuando has enviado un montón de noticias y no sabes qué se ha añadido y qué no.
  • Lo que sí suele funcionar bien son las aplicaciones en la nube: DropBox, Box, SkyDrive…
  • Flipboard también suele funcionar bien.
  • News360: cuando no se queda pajarito no se puede pasar página.
  • Zinio: Cuando no se cierra sin más, hay que “zarandear” la página actual para que se “aclare”.
  • Navegadores. Estos en general, y en especial Chrome, lo que más hacen es colgarse ellos y colgar la tableta completa. Tienes que apagarla y luego mantener varias veces el botón de encendido apretado hasta que le da por reiniciarse.
  • WiFi: Lo siento, el WiFi es una mierda en la Nexus 10, al menos comparado con el iPad. Aparte de tener entre un 20% y un 40% menos de cobertura, a veces se queda gilipollas y aparece como conectado pero no lo estás. Tienes que apagarlo y volverlo a encender. Y de nuevo me la sopla si es cosa de mi WiFi o del proveedor: en el iPad eso no pasa. Ya se encarga el firmware de hacer lo que tenga que hacer para reconectar.

Bueno, esta es una pequeña lista de las cosas que ahora recuerdo que ocurren en Android y no en iOS. Si os fijáis no estoy hablando de una tableta chinorris (de esas no quiero ni pensar cómo irán), sino en LA TABLETA ANDROID por excelencia.

Con esto no quiero decir que el androide sea una mierda. Lo que quiero decir es que una tableta Android es una mierda. Estoy más que contento con mi teléfono androide. Como ya sabéis es un Galaxy Note II, y el de mi novia un S II y ambos funcionan al pelo y no dan ningún problema, y para más inri, algunas aplicaciones citadas tampoco presentan los problemas que he descrito arriba.

Por lo tanto, Android gana a iOS (y por goleada, creedme) en teléfonos y justo al revés en tabletas.

Creo ser imparcial en la apreciación que os estoy comentando. En iOS existen otras cosas quizás más serias, sobre todo la falta de apertura del sistema, pero no son problemas en el sentido de cosas que no funcionan como deberían. Se trata de limitaciones impuestas y ya cuentas con ellas de partida. 

Sí, a mi novia con su iPad de primera generación el navegador se le cierra cada dos por tres (pero a mi en mi iPad 3 no), y el tema de sincronización de favoritos con iCloud simplemente no funciona, y existen aplicaciones churrimanguis que no terminan de ir bien… pero son las menos y ya se encarga el ecosistema de írselas comiendo.

En el caso de Android, las que he comentado son las mejores que he podido encontrar. Si nos ponemos a comparar las mejores aplicaciones de cada sistema… bueno, digamos que entonces Android sí que se hundiría de verdad en la más abyecta miseria de las miserias.

Luego está el tema de la seguridad. Siempre se ha dicho que el iPad está abierto de piernas en cuanto a la posibilidad de meterle mano. Es cierto, pero no existe el equivalente que haga lo mismo en Android. Me refiero a que no existe una web (o al menos yo no la conozco) que saque los puntos flojos de este último como está Seguridad Apple. Y me juego un gallinfante a que Android es tanto o más inseguro que iOS, y para muestra todas esas veces que tienen que retirar aplicaciones de forma masiva porque no son otra cosa que espías…

Hala, podéis llamarme puto fanboy de mierda si queréis, pero creo que estoy siendo justo con el tema.

Adiós Android, hola (de nuevo) iPad.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Google Nexus 10 vs. iPad (el que sea)

La culpa de esta entrada la tiene un compañero de trabajo, que me dijo que “si quieres conocer una tableta de verdad, cómprate un Nexus 10 y no la morralla esa del iPad” (Él no dijo morralla, dijo otra cosa). Y dicho y hecho: fui y la compré. Como lo hice un viernes, hasta el martes siguiente no la tuve en mis manos, y a fecha de hoy llevo unas dos semanas usándola en sustitución a la morralla del iPad

Lo cierto es que no es un mal trasto, pero mis sentimientos están un poco encontrados. Os cuento.

La pantalla se ve increíblemente bien. Si piensas que tras un iPhone o un iPad no podías encontrar un dispositivo con mejor calidad de pantalla, estabas equivocado.

Y cuando digo que se ve bien es que lo hace. Tras estar un rato trasteando con la Nexus y volver al iPad, en seguidas se nota que las cosas se ven como turbias y que falta nitidez.

No nos confundamos: el iPad se ve cojonudamente bien, pero la Nexus 10 todavía lo hace mejor. Por ejemplo, el programa de correo electrónico de la propia Google presenta el texto de los mensajes con una fuente diminuta, y en la Nexus se ve perfectamente.

Otra de las cosas que me encantan de Android (y aquí añadimos cualquier otro dispositivo que lleve ese sistema operativo) es el botón global de atrás, cosa que encuentro más que útil y que cuando vuelvo a iOS echo en falta.

Y pare usted de contar. A partir de ahí todo son pegas. Bueno, pegas no, más bien carencias en la experiencia de usuario, vista y comparada con iOS.

Le pese a quien le pese, y considerad que no soy precisamente un fanboy, iOS gana por goleada, y el iPad por doble gol a cualquier tableta Android aunque lleve la versión 4.2 y sea la crem de la crem.

Una de las cosas que más me molesta del androide son los enganches en los desplazamientos y otras zarandajas similares. Y no terminan de arreglarlo, no después de una espuerta de versiones y cambios. Todavía sigue habiendo atascos y autismos varios incluso en una tableta de última generación como es esta Nexus 10, pese a tener 2 GB de RAM y un procesador de ultimísima generación. Casi diría que un iPad 1 gana por goleada en este aspecto.

La pantalla es demasiado ancha y estrecha, y si bien un PDF de revista se ajusta bien en apaisado (mejor que en el iPad), todo lo demás deja mucho que desear. 

Desee programas que no le llegan ni a la suela de los zapatos de sus equivalentes en iOS (léase Mantano vs. GoodReader, CoolReader vs. iBooks, etc.), hasta programas que, siendo iguales, tienen un desempeño muy inferior. El ejemplo típico es Angry Birds Star Wars. Me lo he pasado completo en ambas plataformas, y en Android (y en el Nexus 10, que es lo último de lo último) a veces se engancha, mientras que incluso en el iPad 1 corre más que decentemente.

Supongo que tras varios años con tabletas androide ya debería haber aplicaciones suficientes, pero lo cierto es que no es así, y esto es algo que desmejora mucho a la plataforma. 

La verdad es que un teléfono Android le da cien mil patadas en todo a un teléfono con iOS, pero un iPad es lo mejor que hay a fecha de hoy como tableta, algo que ni Google (y todos sus adláteres) ni creo que Microsoft (al menos de momento) han conseguido.

Respecto a la Nexus 10, y ya para terminar, me gustaría comentar que mi Note II funciona incluso más suelto y fluido y que el tamaño de su pantalla es perfecto para aplicaciones como ReadLater o cualquiera sindicación RSS.

viernes, 12 de octubre de 2012

Galaxy Note II: Android XXL

Soy el afortunado poseedor de un Samsung Galay Note II, el teléfono estrella del fabricante si obviamos el S III, que es la renovación del S II y como salga igual de bueno que este último, se van a volver a comer el mercado.

Lo comentaba mi jefe el otro día, que el mundo, ahora, es Android. Con todas sus pegas, con todas sus limitaciones… ¿Limitaciones? No, espera, eso no. Porque el iPhone es cerrado, y Windows Phone ya no os digo. Bueno, decir que este último es cerrado es un oximoron: simplemente su interfaz para desarrollar aplicaciones es muy limitada.

Android es abierto y permite hacer cosas que otros todavía sueñan…

Por lo tanto, a fecha de hoy, el androide gana por goleada a los otros dos. Cuando salga Windows Phone 8 veremos qué mejoras implementa, aunque no soy muy optimista. De iOS mejor no hablar: llevan 6 versiones mayores y apenas han variado una coma.

Sin embargo Android sí que ha evolucionado, y en el Note se nota, valga la rebuznancia, un montón.

***

La primera impresión al ver el teléfono, con su pantalla de 5,5 pulgadas, es que estamos ante una tableta pequeña. Eso significa que resulta un poco ridículo llevártelo a la oreja para hablar por él, aunque yo lo he hecho varias veces en público y nadie me ha mirado raro.

Su gran ventaja -e inconveniente-, es el tamaño de la pantalla. Imaginad que estáis viendo un teléfono Android normal y corriente a través de una lupa. Pues el efecto es el mismo: una letra gigantesca y algunos gráficos algo difuminados.

Eso sí, no hay efecto de pixelado aparente aunque acerques los ojos a la pantalla. En eso Samsung ha hecho los deberes: el suavizado de fuentes es exquisito, pese a tener tan solo doscientas y pico DPI de resolución. No obstante, si lo pones al lado de un iPhone notas la diferencia en la mayor calidad de la pantalla del último. No obstante, para un uso normal, la resolución es perfecta.

Una vez entras en las opciones y pones el tamaño del texto al mínimo, el teléfono queda bastante más adecuado, aunque hay pantallas (como la de llamar) que todavía quedan dibujadas como con esteroides y un tanto difuminadas por el tamaño.

Es el mismo caso que con las tabletas, aunque disminuido, sin llegar a ser tan incómodo. Por otro lado hay aplicaciones que permiten cambiar el tamaño del texto hasta convertir el teléfono en un dispositivo casi perfecto para leer (si no fuera por la pantalla retroiluminada) y navegar.

Lo que nos lleva al tema de la utilidad como dispositivo genérico de consumo y creación de contenidos no multimedia. Me refiero a usarlo para navegar por internet, leer las noticias (RSS y de las otras) y realizar todas esas tareas que uno antes hacía con un ordenador sobremesa o portátil. Y a responder a un correo típico, o chatear un ratín con los amigos/novieta…

Pues bien, para eso es perfecto. Más que perfecto, ideal. 

Como inciso, diré que puede resultar un gran terminal para la tercera edad, sobre todo si tiene problemas de visión. No os riáis, yo he visto a más de un abuelito/a levantarse las gafas, acercando y alejando el aparato de los ojos, para distinguir qué están haciendo.

Lo primero porque el teclado es grande y es bastante difícil de pulsar la tecla equivocada, como suele ocurrir en terminales con la pantalla más estrecha (léase iPhone, por ejemplo). Una vez que has tecleado un rato, el sistema predictivo es muy bueno, y almacena las palabras que has enviado aunque no estén en el diccionario y te las pone en primer lugar. 

Seguro que en más de una ocasión os ha tocado las narices (por no decir ota parte del cuerpo humano situada más abajo) la predicción de los teclados (léase de nuevo iPhone, los MAC de última hornada y en menor medida Windows Phone), cambiando palabras que no queríais por otras que dejan el texto sin mucho sentido. En el Note II (y supongo que en cualquier otro terminal con Android 4.1), eso se ha minimizado al máximo. Ya puedo escribir “pupidupi”, “ontherocks”, “monamug” sin que me ponga “pupita”, “onésimo” o “monagillo” (es un decir, no recuerdo por cuáles las sustituye en realidad).

Aparte de eso, tiene reconocimiento de escritura, que seguro comparten otros teléfonos, y que de nuevo funciona aceptablemente bien, aunque no tanto como la de un equipo Windows. Pero si escribes estilo máquina de escribir (letra a letra) o con grafía continua más o menos coherente, te lo reconocerá sin problemas.

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La calidad física del cacharro flojea un poquillo. Desde luego no da esa sensación de robustez de un iPhone o de un Nokia de los antiguos, más bien todo lo contrario, parece un poco delicatessen en cuanto a plásticos y componentes.

Eso sí, no pesa tanto como pudiera parecer una vez que lo has visto sin haberlo cogido antes. Y la pantalla en exteriores resulta bastante usable. En mi odisea buscándole una funda (que todavía no he encontrado), realicé varias llamadas y chateos mientras iba por la calle y no noté ningún problema al mirar la pantalla. 

La duración de la batería, hasta donde he podido comprobar, es exquisita. Venía cargada al 50% o así, y en unas seis horas de uso continuo (desde que lo saqué de la caja hasta que me fui a dormir), bajó al treinta y pico. Y al día siguiente, tras todo un día de uso, estaba algo por encima del 50%. Wifi y datos activados, leer noticias, chatear, navegar, etc.

A primera vista, la duración puede ser comparable a la de las tabletas. Desde luego, muy por encima de la del iPhone 4 y de cualquier otro teléfono Android.

***

En general el desempeño es más que notable. Todavía no he visto que se atasque en un scroll como suele ser habitual en los androides, aunque dependiendo de la aplicación, tiene esa especie de parpadeo que ningún iOS padece. Y supongo que serán la forma de crear los programas, porque hay otros que no parpadean.

Todavía no he jugado, ni le he puesto ningún programa que consuma recursos de forma exagerada, pero siendo un cuatro núcleos con 2 GB de RAM supongo que estará a la altura de las circunstancias.

Eso sí, la visualización de PDF, en cualquier programa (léase Mantano, eZPDF, RepliGo, MoonReader+, …) es extremadamente lenta. Primero se pinta la página en baja resolución y luego pasa a resolución normal, al cabo de cosa de un segundo.

No obstante, los programas para leer ebooks funcionan muy bien, y la pantalla da para poder leer más que cómodamente.

***

Una cosa que me ha vuelto loco han sido los gestos con el móvil. Ponlo boca abajo y dejará de sonar y de mostrar avisos. Si suena una llamada, te lo arrimas a la oreja y se activa, si lo zurres tocando la pantalla hace zoom, si le das palmaditas en la parte de arriba la lista de scroll va al principio (no en todos los programas), si pasas la mano por delante toma un pantallazo…

Una vez que te haces a esos gestos la cosa resulta de lo más natural, y creo que otros fabricantes deberían tomar nota, sobre todo en lo de ponerlo boca abajo. No sabía que Android tuviera esas cosas, pero ahora que las conozco resultan más que imprescindibles…

Esto nos lleva al uso del palito (el del teléfono, no el de uno, mal pensados). Aquí tengo sentimientos encontrados. Lo de que si te lo dejas olvidado te avise no tiene precio, pero el uso normal no es tan cómodo como aparece en los vídeos. Hay un retardo entre que sacas el stilus y se activan sus cosas en la pantalla, igual que cuando llamas al manejador de gestos, que te permite realizar acciones rápidas según qué pintes en la pantalla.

De todos modos esa parte no la he tocado todavía mucho. 

***

Una cosa, antes de terminar: que ningún troll me salte que eso mismo que he descrito lo hace su terminal marca Guachindeil y que vale trescientos euros menos, o que es algo común a todos los modelos con el androide 4.1. Eso ya lo sé, pero tu Guachindeil Delmon no tiene una pantalla de 4.5 pulgadas, que es el elemento diferenciador.

***

De todos modos, si se me escapa algo, ya haré otra entrada.

viernes, 27 de julio de 2012

MacBook Pro Retina. Primeras impresiones

Bueno, pues llevo ya unos días con mi flamante MacBook Pro Retina y ya puedo hablar con conocimiento de causa sobre él.

Las principal mejora que publicitan es la pantalla Retina. En principio la cosa no tiene truco: tenemos una resolución increíble con una nitidez idéntica a la del iPad e iPhone. También han cambiado algunas cosas en la pantalla de selección de resoluciones: hemos pasado de que nos muestren las físicas a enseñarnos cinco resoluciones sin indicar nada más que una relación de tamaños de texto y espacio. De las cinco, la central es la nativa del Pro. Luego tenemos dos a cada lado. 

Una cosa curiosa que al parecer no está presente en este tipo de panel es la resolución nativa del mismo. Si os fijáis, en las pantallas tradicionales hay una resolución de pantalla que se ve perfecta, mientras que en todas las demás el resultado queda como borroso. Pues bien, en una pantalla Retina eso no pasa y todas tienen la misma claridad y precisión, lo que quiere decir que podemos trabajar con la que más nos guste.

No obstante, tener una pantalla de este tipo genera algunas complicaciones: algunos programas se ven horribles. Una muestra la tenéis con el cliente oficial de Twitter, que si bien para muchos -incluido yo mismo- es más que suficiente, en el Pro he tenido que sustituirlo por Twitterrific porque no es que se vea mal, es que se ve completamente horroroso, completamente emborronado.

Esto nos da una idea de cuán chapuceramente está construido un programa. Si tienes un Pro de estos, y el programa muestra el texto perfecto pero los gráficos escalados, los programadores que lo han hecho son de primera. Si te encuentras con que los gráficos se ven diminutos (independientemente de cómo se muestre el texto), estás ante programadores de segunda. Y finalmente, si te ocurre como con el cliente de Twitter, a esa gente no la puedes llamar programador…

A ver, que nadie se me sulfure, lo de la calidad del programador va medio en broma, pero lo de la chapucería nacional no.

Retomando el tema del Twitter, primero probé Tweetbot, pero está en versión Alfa y encima consume entre el 1% y el 10% de tiempo del procesador, con lo que la batería del Pro dura muchísimo menos. 

Ahora estoy con Twitterrific, tanto en el iPad como en el Retina. Dice que se mantiene sincronizado entre clientes, pero de momento a mi no me está funcionando.

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De todos modos, para aquellos acostumbrados a los paneles normales, no os podéis imaginar la calidad de la pantalla. Hay que verla para darse cuenta. Luego, cuando vuelves a un ordenador normal te das cuenta de lo mierdosas que son todas las demás pantallas, sobre todo las de los otros MAC, que pintan un texto bastante asqueroso.

La navegación Web, siempre que la hagas con Safari, también es exquisita en cuanto a calidad. Otros navegadores como Chrome no quedan a la altura del tema, y se ve todo como turbio, pero no tanto como con el cliente oficial de Twitter.

En mi caso, para minimizar este problema, tengo seleccionada la resolución mayor, que es casi idéntica a mi iMac de 27” pero en un tamaño de 15”. En algunos momentos sí que tengo que forzar la vista, pero son puntuales y con acercar un poco más la cabeza es más que suficiente.

De este modo la resolución de los gráficos queda casi idéntica a las 96 dpi estándar y no ves escalonado alguno, y el texto, aunque pequeño, también queda más que visible dada la calidad de la pantalla. Y si te queda demasiado diminuto, siempre puedes variar el zoom que la mayoría de editores de texto tienen.

***

Compré la versión más grande, el i7 a 2.6GHz con disco SSD de 512 GB. Pero lo hice con un descuento puntual y se me quedó casi al precio del modelo inferior, y con ese tamaño de disco y lo que yo hago no tendré problemas de almacenamiento ya que nunca he llegado a ocupar más de doscientos o trescientos gigas. Y no lo hice por el rendimiento, sino por el disco.

No obstante, la combinación de procesador y disco hacen que este equipo sea rápido. Lo repito: rápido. No hay ningún tipo de retardo en casi nada, todo es instantáneo. Desde cargar un vídeo hasta abrir el Word o el Pages, que se toman su tiempo con un disco duro mecánico. Un test rápido me dio unos 390 Mb/s de escritura y 450 MB/s de lectura. Sin ser el rendimiento de Cruzier M4 del iMac, tampoco está mal.

Eso sí, como hagas algo más aparte de navegar o de mirar el correo el ordenador se calienta. Poco pero se calienta, y si haces más cosas más se calentará, hasta el punto de que tendrás que quitártelo de las piernas.

***

Pesa muy poco más de los dos kilos, y la verdad es que no se hace muy pesado si no se calienta. De hecho lo he estado usando en el sofá con él sobre el pecho para leer un PDF y sostenido entre las rodillas y el pecho, tumbado, para escribir algo. Evidentemente es más pesado que el Air, pero tampoco es tanta la diferencia y, si sumamos el mayor tamaño de pantalla y su calidad, al Air le voy a dar pase de venta dentro de poco. (Por cierto, ¿Le interesa a alguien un Air del 2011 de 13”?).

Una cosa que no me ha gustado es que parece menos robusto que las versiones no Retina. Al cogerlo con una mano cruje un poquito y te da algo de yuyu. Se ve que al ser más fino cuenta con menores refuerzos internos. Y otra cosa: no lo sujetéis con una sola mano desde el lateral y hagáis presión sobre la zona de los altavoces…

***

El sonido es acojonante, que es otra de las características de su venta. Pantalla, disco y sonido. Os puedo asegurar que se oye incluso mejor que un iMac, que debe tener altavoces, si no de más calidad, sí algo más grandes.

***

Y finalmente está el tema de la batería. Se carga en unas dos horas y se descarga más que adecuadamente para durar lo prometido o incluso más. De hecho, pese a haber estándole metiendo el León Montañés, y luego todas las actualizaciones pertinentes, sólo he tenido que recargarlo una vez.

Y bueno, que sepáis que esta entrada ha sido escrita desde el susodicho equipo. :-)

sábado, 14 de julio de 2012

Ahora sí, ahora no. Vivan las cerificaciones

Somos imbéciles. O al menos eso es lo que Apple piensa de nosotros. Os cuento una historia sobre certificaciones.

Todos (o la mayoría, no sé) de los equipos de Apple traen varias certificaciones. Una de ellas es la EPEAT, que parece ser que si se la dan a un equipo, aparte de ecológico, es de montaje y desmontaje fácil (o algo similar). He de reconocer que tampoco he mirado exactamente qué es EPEAT, pero para la tesis que quiero defender no hace falta. Simplemente es una pegatina más que puedes poner en la caja y en las características del equipo, y que se supone, como el valor en la mili, cumple una serie de requisitos más o menos estrictos.

Yo recuerdo haber pasado algunas de inmunidad electromagnética con serias dificultades, sobre todo cuando ves cómo le aplican nosecuantosmil voltios a tu cacharrín y ves cómo se cae y luego se levanta. También he pasado algunas especiales para poder ser homologadas y cumplir ciertas legislaciones locales. Estas han sido más fáciles, porque simplemente comprueban que tu equipo cumple con los mínimos exigidos por la ley.

Por lo tanto sé de lo que hablo. Y quizás algún día cuente una anécdota -si se le puede llamar así- de algo que me pasó tiempo ha y que casi hace que le prendiera fuego al laboratorio que las hizo.

Pues bien, hace unos días Apple dijo que sus equipos ya no tenían la certificación EPEAT. La gente empezó a quejarse, y días después Apple dijo que sí, que la volvían a tener.

¿Cómo puede ser eso? A ver, la tienen o no la tienen. Ojalá fuera tan fácil eso de ponerse y quitarse pegatinas. 

De hecho, ahora ya también la tiene el MacBook Pro Retina, que según dicen los expertos es de lo menos ecológico y difícil de montar/desmontar que hay actualmente en el mercado.

De todo esto yo me quedo con la idea de que un poco imbéciles si que debemos ser, por creernos a pies juntillas lo que nos dicen, como si fuera tan fácil poner o quitar una certificación, y todavía más imbéciles por tragarnos que el Pro Retina cumple la EPEAT. Vamos, que poderoso es don dinero, y tonto el pueblo entero.

domingo, 8 de julio de 2012

Instalando un segundo disco a un iMac mid 2011 (III). Software

La segunda parte de esta entrada está aquí.
Bueno, si todo os ha ido bien, el MAC arrancará como siempre, pero ahora tendrá un disco más que tendréis que inicializar. En mi caso, sin contar nada externo al MAC, ahora tengo dos discos duros, uno SSD de 256GB y otro mecánico de 1TB, cada uno de ellos conectado a su propio puerto SATA III. El mecánico es el que viene de serie con el iMAC, el SSD es un Cruzier M4 (El de 2TB es el FireWire 800 que ahora uso de Time Machine):

Mi primera idea fue restaurar la partición completa que tenía en el mecánico sobre el SSD. Pese a haber sido copiada sin problemas desde la partición de recuperación del iMac, y tras reiniciar el disco mecánico, dos cosas empezaron a ir mal:
Perdí la partición de recuperación que estaba en el de 1TB, y mi cuenta de usuario perdió algún tipo de token de seguridad y se fueron al garete la mitad de las activaciones de programas y la otra mitad dejó de funcionar bien, dando extraños errores. Por lo que tuve que restaurar de nuevo sobre el mecánico, desactivar algunos programas que llevaban activaciones, y luego realizar una instalación en limpio sobre el SSD, dejando el mecánico como disco para datos. 
En el SSD tengo el sistema operativo con todo, incluso un par de máquinas virtuales. En el otro todo lo que me voy descargando de internet, otras máquinas virtuales y el código fuente, que tengo duplicado online mediante SkyDrive. Tengo ambos discos ocupados en un 50% aproximadamente.
***
Realicé una serie de pruebas de rendimiento sobre el Cruzier. Yo no sé dónde se sacan las tasas de escritura, pero las de lectura sí que acompañan. Recién instalado, con el sistema operativo en el disco mecánico, me dio unas tasas de 200MB/s de escritura y unos 600MB/s de lectura. Sí, 600. Ahí queda eso.
Justo ahora, con todo el sistema operativo instalado, el rendimiento del disco es el indicado:

La escritura ha tenido picos de 300, y la lectura de 600. Como dijo aquél, ahora vas y lo kaskas.
***
¿En qué se traduce eso? 
Pues en 8 segundos de tiempo de arranque desde que aparece la pantalla blanca hasta que tienes el escritorio funcionando. Antes con el mecánico tardaba unos cuarenta segundos a aparecer el escritorio, y luego el disco se tiraba sus buenos cinco minutos rascando como loco. También era habitual que me apareciera la roseta multicolor de la muerte con bastante frecuencia. Básicamente siempre que tenía que hacer alguna tarea intensiva de disco y a veces hasta redimensionando ventanas.
Ahora, lanzar programas como Pages, Word, Excel o el propio iTunes son operaciones instantáneas. Y la rosa multicolor sólo la veo cuando accedo al disco mecánico y está detenido, porque si todavía no se ha parado tampoco tengo esos autismos a la hora de escribir en disco.
Incluso la máquina virtual Windows que tengo se levanta en un par de segundos, y los programas se lanzan de forma instantánea. Más que en PC (también con discos SSD pero mucho más antiguos y más lentos). Las que están en el disco mecánico van algo más lentas, pero no mucho más.
Digamos que tener un disco para el sistema operativo y otro para los datos es lo que realmente necesita OS X para disparar el rendimiento de todo.
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TRIM o no TRIM
La pregunta del millón. ¿He parcheado para activar el TRIM? Pues no. Os cuento.
Los discos SSD son memorias tipo flash como las SD y los USB, lo único que sensiblemente más rápidas. Este tipo de chips funcionan de forma completamente diferente a los discos tradicionales. Digamos que se presentan como una serie de sectores lineales como los discos, pero debajo hay otra cosa: chips de memoria estática.
Estos chips tienen tres comandos: lectura, escritura y borrado. Y una regla: antes de escribir hay que borrar. O escribir sobre borrado. 
Cuando el sistema operativo lee de disco, el driver del SSD traduce la orden de lectura ATA a la de lectura del chip o chips afectados. La lectura se realiza y no pasa nada.
Cuando el sistema operativo escribe en un archivo, el driver SSD traduce la orden de escritura ATA a una del chip. Si el chip está borrado, se escribe y no pasa nada. Si el chip no está borrado, primero se emite un comando de borrar y luego de escribir. Cosa curiosa el borrado es sensiblemente más lento que la escritura. Digamos que borrar es “peinar” las celdillas, dejándolas en punta. Cuando escribes, agachas las celdillas pertinentes y punto.
Cuando el sistema operativo borra un archivo, realmente no lo borra, sino que lo marca, dentro de la tabla de índice, como borrado. Por lo tanto, el contenido del fichero no se borra, tanto en un disco magnético como en uno SSD. Cuando se sobreescribe un sector de un fichero borrado (pero que no está borrado en sí), en un disco mecánico la cabeza pasa y reescribe sin problemas. En uno SSD no. En uno SSD hay que, primero borrar las celdillas y luego escribir. 
Para que os hagáis una idea: una operación de escritura sobre unas celdas no borradas puede pasar de una tasa de 250MB/s a 10 ó 20MB/s, como cuatro veces más lenta que en un disco mecánico.
Conforme vamos usando un disco SSD, vamos creando y borrando ficheros. Lo hacemos nosotros y lo hace el sistema operativo, y el driver del disco, que no es tonto, va usando partes borradas para escribir, hasta que ya no quedan de esas y entonces se utilizan las que están todavía sin borrar. Y viene la caída de rendimiento. Os aseguro que yo lo he experimentado con el PC y es enorme. De diez a uno, o más.
¿Cómo se soluciona eso? TRIM. Cuando un MAC (o un Windows o las últimas versiones de Linux) marca un archivo como borrado, mira qué sectores ocupaba y envía un comando TRIM para cada una de esas celdillas. Luego, el disco, cuando tiene tiempo libre, va ejecutando el comando de borrar sobre dichas celdas. Y cuando se vaya a escribir de nuevo, éstas ya están peinadas y nos ahorramos el comando de borrado y por tanto la caída de rendimiento.
Aquí hay un handicap, y es que si el disco no tiene tiempos idle no va a borrar nada, por lo tanto los discos SSD no suelen valer para los servidores. Con los mecánicos pasa lo mismo, que al tener una tasa de uso intensiva, la parte que calcula cómo evitar la fragmentación no tiene tiempo de actuar y el disco se fragmenta que da gusto, pero la caída de rendimiento de un disco mecánico fragmentado no es tanta como la de uno SSD sin celdas vacías.
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¿Qué pasa con mi Cruzier M4? Pues que según el fabricante tiene una cosa que se llama recolector de basura, que es una variante al TRIM pero sin TRIM, y que en concreto para los MAC, dicen, no es necesario activar el TRIM porque ellos ya lo hacen de forma automática con su recolector, y que de hecho, activar ambos es contraproducente. Ignoro si es cierto o no, pero en mi caso, y de momento (y sin activar el TRIM) todavía no he experimentado ninguna caída de rendimiento.
Parece ser que todos los Cruzier M4 llevan este sistema, y que si el tuyo no, actualiza a la última versión del firmware y lo tendrás.
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Desfragmentar, recuperar datos borrados
Los discos SSD no necesitan desfragmentarse (cierto es que, salvo excepciones, los mecánicos tampoco). Iba a decir que no se fragmentan, pero sí que lo hacen, en la misma medida que uno mecánico. La diferencia está en que dicha fragmentación no afecta para nada al rendimiento. 
Un disco SSD es una serie de chips uno al lado del otro, y el tiempo de acceso es prácticamente idéntico. Salvo en una lectura/escritura en modo ráfaga, bastante poco común salvo que estemos copiando ficheros grandes, el rendimiento es prácticamente el mismo ya que el tiempo de acceso a cualquier parte a partir de otra diferente es prácticamente el mismo.
Cuando un disco SSD se rompe los datos no se pierden. Se queda en modo lectura y punto. Al no tener partes mecánicas no hay nada que se pueda romper físicamente. Está claro que si una celda se rompe está rota, o que si sufre una sobretensión se puede ir todo al garete, pero no es lo habitual. Cuando un SSD empieza a tener problemas serios de escritura el firmware impide más escrituras, pero todavía se puede usar como dispositivo de solo lectura, aunque mi consejo es que copies los datos lo más rápido posible.
Finalmente, cuando un fichero ha sido borrado (y el TRIM o el recolector ha hecho su trabajo), olvídate de recuperar nada. Si formateas, formateado has. No hay vuelta atrás. Las celdas se han borrado y no queda rastro, no al menos desde el punto de vista de la calle. Supongo que los gobiernos y otras entidades tendrán sistemas para cortar los chips y fotografiarlos y encontrar las celdillas residuales no borradas, o restos de electrones atascados aquí o allí, pero a efectos prácticos olvídate de recuperar tus datos por cualquier medio. Así que afila tus copias de seguridad.