Cuando yo digo que soy un poco petisopo, es que lo soy. Llevo todo el puñetero verano pegado, en casa, a un iMac que más que un ordenador parece una estufa, cuando justo al lado tengo un MacBook Pro Retina casi durmiendo el sueño de los justos.
Bueno, a ver, no es que esté todo el día delante del ordenador, que no lo estoy, ya tengo bastante con el del curro, pero siempre hay algo que mirar. Que si el correo, las noticias, o simplemente actualizar tu biblioteca con la última lectura o compra.
Y, por supuesto, escribir cosas como esta.
Para más inri, tengo a mi novia de aquí para allá con su Air. De la cocina a la sala de estar, de allí al dormitorio y, como parece un muelle, adopta las posiciones más variopintas que por desgracia yo no puedo porque mi columna vertebral no es la suya. Pero su portátil en una de sus manos. Siempre.
En fin, que hay que ser muy capullo, tan capullo como yo como para no darse cuenta del hecho: ¡que tienes un puto ordenador portátil que es tan potente como tu fijo, y encima da mucho menos calor!
Si de hecho, hasta en el curro tienes un portátil. También una bestia parda (cualquiera desarrolla para Windows Phone con algo menos de un i5/i7 con 8 GB de RAM y no muere en el intento, aunque en el caso del trabajo el cuello de botella es el disco duro, que es de 5200 vueltas y no hay presupuesto para uno SDD dado que el más pequeño que necesito sería de 256GB…).
De hecho en este mismo momento estoy en la sala de estar, sentado en el sofá con las piernas cruzadas, un cojín y encima, el ordenador. Sin calores, sin ruidos, sin penas.
***
Bueno, tras el despotrique matutino, un truco para tener vuestra revista preferida -comprada, eso sí-, en vuestro ordenador sin necesidad de Zinio o del Quiosco de iOS.
Zinio guarda localmente las revistas en una especie de archivo PDF por página. Es decir, cuando tu te bajas una revista, él crea una carpeta en su caché y baja una página por fichero. Cada una de esas páginas es un PDF, o al menos así lo parece. Porque si intentas abrirlo con algún programa genérico no puedes. Unos te piden una contraseña, otros simplemente te dicen que el archivo está corrupto.
Una solución sería tomar esos ficheros y pasarlos por algún rompe claves, pero tendrías que hacerlo fichero a fichero y seguro que te llevaría bastante tiempo, e incluso podría ocurrir que no pudieras porque realmente no sean PDF normales.
Pero si tienes un iPad o una tableta que sea capaz de tomar capturas de pantalla, lo tienes todo. Simplemente has de tomar una captura de cada página.
Una vez las tengas, te vas a un Mac/PC y las copias. Ya sólo queda imprimirlas a un PDF y, si quieres recortarlas, usar algo como Briss.
En el caso del MAC, lo que yo hago es, una vez he importado las fotos con iPhoto, las saco a una carpeta local, las selecciono todas y las presento en Vista Previa. Una vez allí, y comprobado que siguen la secuencia lógica de la numeración, la exporto a PDF colocando los metadatos adecuados. Y de allí, al Calibre.
***
Si usáis iPhoto con Vista Previa, tened en cuenta que hay un bug bastante asqueroso. No sé de quién es la culpa porque siempre me doy cuenta a la hora de mirar si todas las capturas están bien y en secuencia.
El tema está en que faltan capturas. Como yo las hago en el iPad, a cada captura se corresponde un flash de la pantalla y el típico ruido de cámara de fotos, por lo que en principio hay una imagen guardada por cada captura.
Luego iPhoto te presenta la importación. Seleccionas todas y las pasas al programa, y luego de ahí a una carpeta externa.
Pues bien, ya sea que algunas capturas no se guarden en el iPad, o que iPhoto no las importe todas, o que sí las importe pero luego no las grabe todas localmente, el hecho es que cuando estás moviendo doscientas o trescientas fotos, siempre se pierde alguna.
Y sé que se pierden y que no es mi mano la que no toma la captura porque falta el número. Es decir, que la numeración de la captura pasa de, por ejemplo, IMG_1771.PNG a IMG_1773.PNG. La de en medio, por arte de birlibirloque, ha desaparecido. El problema está en que nunca me acuerdo de revisar todos los pasos y pillar al culpable.
Preguntadle a Apple.
Añade a eso que a veces tienes que borrar dos o tres veces una imagen de fotos en streaming porque te dice que se ha borrado pero en realidad no lo ha hecho y tendrás la combinación perfecta para hartarte del programa y para fragmentar seriamente tu disco duro y el bundle de iPhoto.
***
Ojo, yo hago eso con las revistas que he comprado y que me interesan tener de forma local y poder leerlas fuera de su aplicación, que a veces termina siendo muy limitada.
***
Sí, ya sé que lo conté, pero me apetecía hacerlo de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario